Con canciones melodiosas para impactar y saltos acrobáticos en medio del océano, las ballenas macho hacen el mejor despliegue de sus agilidades para llamar la atención de la hembra, la cual, como parte de su ceremonia de apareamiento, elige al macho que muestre mayor firmeza y elegancia en sus galas acrobáticas.
Cada año, entre los días que dan inicio al mes de julio y mediados de septiembre, decenas de visitantes, entre los que se encuentran científicos y ecologistas, se dan cita para disfrutar del deslumbrante espectáculo de avistamiento de ballenas en Panamá.
La Fundación Albatros Media ha comenzado los “safaris fotográficos”, donde se invita al público a ver cetáceos durante uno o dos días. Con ello se fomentan las buenas prácticas y sirve de inspiración para que los visitantes se vuelvan agentes multiplicadores y responsables.
Los 2 mil 210 km² de superficie en aguas territoriales que rodean al “corazón del universo”, como se conoce a Panamá, proporcionan el ambiente perfecto para que gran variedad de especies marinas recorran distancias inimaginables para llegar al istmo centroamericano, en busca de la calidez de sus mares y refugio costero durante la mayor parte del año, a fin de reproducirse.
Las tropicales temperaturas del Caribe y Pacífico panameño forman un escenario ideal para que las ballenas jorobadas o yubartas emprendan viaje desde el Hemisferio Sur hasta Costa Rica, atravesando el Pacífico Oriental tropical. Cuando éstas se han marchado, arriban las de hemisferio Norte que provienen de Alaska, recorriendo las costas de Norteamérica y México hasta llegar a Panamá.
El golfo de Chiriquí o las playas de la provincia de Herrera y Los Santos, son algunas de las zonas donde se pueden encontrar ballenas durante toda la temporada, gracias a las diferentes corrientes marinas que se producen en estas zonas. as islas Contadora, Saboga, Coiba, la bahía de Panamá y el majestuoso archipiélago de Las Perlas, a tan solo algunas horas de la ciudad, son el espacio cumbre del más vistoso espectáculo marino que brinda la madre naturaleza.
El especialista y director general de la Fundación Albatros Media, Alejandro Balaguer, afirma: “Panamá podría convertirse en el mejor lugar del mundo para los avistamientos de ballenas que pueden realizarse a tan solo una hora de la ciudad, lo que enriquecería los recursos marinos naturales del país, si se logra promover más, tanto a nivel nacional como internacional”.El avistamiento de ballenas es una actividad que moviliza más de 15 millones de turistas y genera más de mil millones de dólares anuales, producto de la actividad y los servicios accesorios que genera.
Panamá posee una reglamentación desde el año 2004, gracias a un arduo trabajo que realizó la fundación Albatros Media de posicionarlo en el Gobierno del expresidente Martín Torrijos (2004-2009), donde se promovió la creación de santuarios para ballenas y otras especies marinas.
“El santuario es conocido como “el corredor de mamíferos acuáticos” situado, tanto en el mar Caribe como en el océano Pacífico”, según expresó Balaguer.
Alejandro Balaguer reflexiona: “Sí como especie humana somos capaces de salvaguardar el ser más grandioso que ha existido en los océanos en todos los tiempos, ¿qué vamos a poder conservar entonces?”.
No molestar
Normas para los turistas Acercarse a una distancia máxima de 200 metros a una ballena con su cría.
Apagar el motor del bote si hay un acercamiento espontáneo de la especie hacia la embarcación.
No perseguir a estos mamíferos ni nadar o bucear con ellos.