Peter Lindbergh, el fotógrafo alemán conocido por sus fotos de moda en blanco y negro, murió a los 74 años de edad, según anunció su cuenta de Instagram.
La información fue corroborada por el estudio del artista en París, pero no dio más precisiones sobre las circunstancias o el lugar de muerte.
"Considerado pionero en su arte, supo redefinir la fotografía de moda contemporánea y sus estándares de belleza sublimando a las mujeres de todas las edades", indicó el estudio en un comunicado.
Peter Lindbergh fue considerado uno de los más influyentes fotógrafos de los últimos años, trabajó para revistas como Vogue, Vanity fair, Elle o Marie Claire.
El objetivo de su cámara captó a celebridades como Catherine Deneuve, Naomi Campbell, Cindy Crawford o Linda Evangelista. También dejó su huella en otros campos, como la fotografía de cine o sus incursiones en el afamado calendario Pirelli.
Nacido el 23 de noviembre de 1944 en Lissa, cuando esa localidad era Polonia, aunque posteriormente fue anexionada por Alemania, hijo de un vendedor de caramelos, Peter Lindbergh pasó su infancia de Duisburgo y estudió bellas artes en Berlín en los años 60.
En 1978, tras un viaje en autostop a Arles, siguiendo los pasos de su admirado Vincent van Gogh, en 1978 se instaló en París, ciudad que compartía estos últimos años junto a Nueva York y Arles.
Su influencia en la fotografía de la moda fue notable, al dotar a los clichés de un contenido realista novedoso para el sector.
Lindbergh era muy severo con el mundo de la moda, que comparaba "con una vaca que come algo, lo regurgita, lo vuelve a masticar y vuelta a empezar".
Pese a ello, era frecuentemente contratado para trabajos de ese mundo, aunque él trataba de imponer sus condiciones, como los de crear una intimidad con las modelos para poder dotar de alma a las fotografías.
A lo largo de los años se fue destacando como un defensor de los derechos de la mujer, que quería proteger de la amenaza de caer en estereotipos.
"La imagen que se envía de las mujeres es escandalosa. Con photoshop se crean robots, como si fuera una ventaja medir 1.80 metros y pesar 45 kilos. Esa norma nos lleva al fin de la civilización", señaló.
Con esos postulados, contribuyó a la emergencia de una nueva generación de modelos a finales de los 80.
RL