Gabba, una pequeña pero exigente perrita, fue invitada junto con otros peludos a pasar un fin de semana en Acapulco. Lo mejor es que a todos les permitieron invitar también a sus humanos. Desde que las patitas de Gabba tocaron el vestíbulo de Pierre Mundo Imperial, quedó claro que esta no sería una estancia más.
El personal del hotel, siempre atento y cariñoso, le ofreció una bienvenida digna de una estrella. Y ese era sólo el inicio, ya que el plan para todos incluía una sesión de fotos, un rally canino por los jardines y la playa del hotel, para terminar con una meditación con cuencos, punto culminante para Gabba, quien encontró en los sonidos relajantes una forma de conectarse aún más con su humana.
- Te recomendamos ¿Por qué NO es malo considerar a nuestros perritos como “hijos”, según expertos? Tu Mascota
Durante el rally canino, Gabba y sus nuevos amigos exploraron rincones llenos de sorpresas y desafíos. La amistosa competencia entre los participantes fue un espectáculo mientras todos corríamos de un lado a otro apoyados cada uno por un animador del hotel. Al final, cada perrito recibió un premio y una buena y necesaria cantidad de agua.
Gastronomía para todos
Pierre Mundo Imperial ofrece una amplia variedad de opciones para satisfacer cualquier paladar, incluido el de los perritos. Los huéspedes pueden elegir entre La Terraza, con vista al área de alberca que ofrece desayunos, comidas o cenas buffet al aire libre. El Bar Pierre, un sports bar con aire acondicionado y mesas exteriores con vistas al océano; Pierre's Café & Delicatessen, para disfrutar de café recién hecho y productos gourmet; y Tabachin, su restaurante galardonado con los 4 diamantes de la AAA, con un menú de cocina internacional.
En esta ocasión, los humanos pudimos disfrutar de platillos que incluían pulpo, cordero, y deliciosos postres como fondant de chocolate y créme brulée.
La experiencia culinaria también se extendió a los lomitos, que cada noche fueron deleitados con platillos como caldo con verduras, arroz y “pollito”, así como pasteles de carne molida que más tardaron en llegar a la mesa que ellos en devorarlos, en sus platitos especiales. Esto es otra prueba del compromiso del hotel con la excelencia en el servicio y la atención para sus huéspedes, sin importar su número de patas.
Hospitalidad canina
Cada detalle, desde la decoración de la habitación hasta las actividades diarias, está pensado para que los perros disfruten tanto como sus humanos. Pasear por los jardines, refrescarse en el mar de la hermosa playa Revolcadero o simplemente disfrutar del sol en los camastros ubicados afuera de las habitaciones, son sólo algunas de las cosas que humanos y perritos pueden compartir.
Con estas iniciativas, Pierre Mundo Imperial promete ser un verdadero paraíso para los perros. Gabba, con sus aventuras y mimos, es testimonio de un lugar en el que cada detalle cuenta y cada huésped, sin importar su especie, es valorado y respetado.
La experiencia es tan buena tanto para el lomito como para su humano, que regresar a la cotidianidad se convierte en un reto. Gabba y su humana se llevaron consigo recuerdos imborrables de una estadía donde cada momento fue una celebración de la vida y la amistad.
Y además
Un poco de historia
El hotel Pierre Mundo Imperial se encuentra en la Rivera Diamante Acapulco, fue construido en los 1950s como la casa de veraneo del empresario americano J. Paul Getty.