A tan solo a una cuadra de La Quinta Avenida; el disfrute inicia agasajando la vista, pues el concepto arquitectónico del despacho Sordo Madaleno, materializado en una gran estructura que conduce a la playa, permite que, a pesar de la distancia de casi 200 metros, el azul de la Riviera Maya cobre protagonismo al dar el primer paso en Grand Hyatt Playa del Carmen Resort.
Un cóctel contrarresta el calor y da la bienvenida a la experiencia al hotel, donde si bien la belleza de la naturaleza se impone, la propuesta de actividades se suma al disfrute. Gastronómica, para consentir hasta el más exigente paladar; de relajamiento, en un spa que incluye cenote; y de conexión con el hábitat, que va desde caminar por la playa hasta vivir la adrenalina del kayak y por qué no hasta encontrarse con la fauna que reside en el manglar que forma parte del resort.
El siguiente paso en la experiencia es la habitación, amplia, llena de luz y confort en un ambiente minimalista que hace amalgama perfecta con la vista al mar desde la cama, para garantizar el pleno descanso.
Las hay para disfrutar en solitario, pero también para compartir con la pareja o bien para vivirla con la familia, incluso con la mascota, pues el hotel es pet friendly.
La propuesta gastronómica es otro de los atractivos del resort, cuyo objetivo es halagar al paladar. Y lo logra, con su amplia y variada y propuesta; todas, además, con una vista inmejorable, el turquesa de la Riviera Maya; y un servicio a tono con el sabor de los alimentos.
El desayuno se recomienda en La Cocina, el restaurante que ofrece un menú tan variado como el gusto de los clientes; por lo que es complicado elegir. Todo es delicioso, desde el pan francés, hasta la diversidad de huevos que se pueden preparar.
Para la tarde, un sushi en Sushi N Raw Bar, que bien puede aderezarse con la variedad de cervezas o bien cócteles al gusto y preparados al momento, incluso uno mismo lo puede preparar con la asesoría de los expertos que crean maravillas de la mixología.
Y para la cena, la recomendación es vivir la experiencia Kosher, en el restaurante The Grill, que cuenta con la certificación IKM Glatt, a unos pasos de la playa. Grand Hyatt Playa del Carmen cuenta con la certificación Kosher, de modo que el ambiente, la exactitud, precisión y garantía que distingue a la cocina judía, en el resort es inmejorable. Sus propuestas Gnocchi al sartén, Salmón del Pacífico y el Rib Eye; además del gran cierre con un Soufflé de chocolate lo comprueban.
La diversión en el exterior del hotel está a solo unos pasos, un recorrido por la Quinta Avenida y su variedad de tiendas o por qué no disfrutar de uno de los bares que amenizan con banda, salsa o hasta perreo; pero si la intención es aprovechar y relajarse sin salir del hotel, qué mejor que caminar por sus instalaciones y apreciar toda la obra de César López Negrete que acompaña al ambiente natural del resort.
Y para garantizar el descanso total, nada como visitar el spa. Ahí donde la relajación reina desde que ingresas. El aroma a lavanda introduce al descanso y después el ciclo en vapor, sauna, agua fría y agua caliente prepara para el ingreso al cenote artificial, que te envuelve, te desintoxica y te lleva al remanso pleno.
Claves
Javier Ramírez, director de ventas y marketing, destacó que la certificación IKM Glatt que tienen, para poder ofrecer la experiencia Kosher está avalada por Israel y Nueva York.
Bodas
El resort se ha convertido en sede de bodas hindúes, lgbt y judías, por lo que se adecúa a cada una de estas costumbres y tradiciones; en ocasiones, incluso se cierra solo para estos eventos, si es necesario.
La causa
Todos los días, si es necesario, hay brigadas para limpiar la playa de sargazo desde las 5 de la mañana con la intención de que los huéspedes tengan una mejor experiencia a la orilla del mar.
El spa
Además de los huéspedes, los locales, extranjeros en su mayoría, también acuden a disfrutar de las instalaciones del gimnasio y el spa, a través de una membresía.