Después de una década de avances, la comunidad LGBTTTI (lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual) de México muestra preocupación por las alianzas de grupos conservadores con los principales candidatos para las elecciones presidenciales de julio.
A pesar de que no existen cifras oficiales, estudios privados señalan que, acorde con la tendencia mundial, la población LGBTTTI en México se calcula entre el 8 y el 12 por ciento de los 130 millones de habitantes del país, proporción que para varios analistas podría inclinar la balanza en unos comicios que se definirían por un margen muy ajustado de votos.
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“Quien se manifieste públicamente en contra de nuestros derechos, quien no asuma nuestra agenda, no tendrá nuestro voto”, advirtió Ángel Conto, vocero de la reciente coalición LGBTTTI+.
La población LGBTTT teme que se estanquen sus conquistas sociales y derechos adquiridos en el próximo gobierno, como parte del conservadurismo que avanza en Latinoamérica.
[OBJECT]“Confío en la Constitución y en la Suprema Corte de Justicia: un derecho ganado no lo podemos perder. No va a haber retrocesos, pero puede no haber más avances”, dijo Francisco Robledo, director de ADIL, una firma que asesora empresas para eliminar sesgos de discriminación en el ámbito laboral, sobre la posibilidad de que un partido de derecha gane los comicios del 1 de julio.
En 2010, la CdMx México legalizó el matrimonio igualitario y en los años siguientes otros estados se le unieron. A mediados de 2015, gracias a una decisión de la Suprema Corte de Justicia, a las familias homoparentales se les permitió adoptar niños en todo el país.
“Muchos de estos derechos ganados están sin el respaldo de una ley con dientes; son una sugerencia, una invitación, se elimina una barrera pero, como tampoco hay una ley que obligue, se lo pueden saltar”, agregó Robledo, un licenciado en informática de 46 años.
A pesar de los avances, la discriminación aún se percibe en el país, según los activistas de la comunidad LGBTTTI. México ocupa el segundo lugar entre los países con más asesinatos por orientación sexual el Latinoamérica, sólo después de Brasil, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estudios privados estiman que entre 8 y 12 por ciento de la población pertenece a la comunidad LGBTTTI
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Por ello, a fines de enero nació la coalición mexicana LGBTTTI+ con el firme deseo de que los candidatos presidenciales y otros aspirantes a cargos de elección popular hagan suyas las preocupaciones sobre crímenes de odio, por beneficios de salud, participación política y discriminación laboral.
Pero, quizás subestimando el peso que puede tener la comunidad LGBTI en comicios que se vislumbran ajustados, ni el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, favorito en las encuestas; ni Ricardo Anaya, del derechista PAN; ni el oficialista José Antonio Meade se han comprometido con su lucha, se lamentaron voceros de LGBTTTI+.
[OBJECT]Según Temístocles Villanueva, secretario de Diversidad Sexual del Partido Morena, “el temor es válido, nosotros mismos hemos expresado que necesitamos una postura muy clara sobre este tema y Andrés Manuel nos escuchó y ha tenido una postura muy clara, más clara que nunca”.
El cineasta de 28 años dijo que la alianza de su movimiento con el partido conservador PES no pone en riesgo los derechos de la comunidad LGBTI sino que, al contrario, van a aprovechar la cercanía para “desensibilizar a quienes se han opuesto al reconocimiento de estos derechos”. Por su parte, el PES no ha externado su postura al respecto.
“Le exigimos a todos los partidos y a todos los candidatos tener una postura clara sobre este tema. No le hemos visto en el resto de los candidatos”, agregó.
El izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) también justificó su alianza con el derechista PAN y dijo que aquello no significaba claudicar a sus principios, como la defensa del matrimonio homosexual, la adopción homoparental y el aborto, entre otros temas que a los que el PAN se ha opuesto.
Por su parte, el Partido Encuentro Social (PES) no fue posible obtener su versión
La importancia del voto de la poblacion LGBTTTI (Milenio)
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La comunidad LGBTTTI entró al debate
A fines de 2017, dos mujeres se acercaron a Margarita Zavala, aspirante independiente a la presidencia de México, y, presentándose como “mamá y dos hijas”, una de ellas le preguntó sobre su propuesta para garantizarle derechos a la población LGBTTTI.
La esposa del ex presidente Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional y quien recababa firmas para inscribir su candidatura, les pidió que dejaran de grabar la escena y cortó diciendo: “yo creo en el matrimonio entre hombre y mujer”.
El video, subido a redes sociales por Jennifer Aguayo, la mujer que confrontó a Zavala, se volvió viral y obligó a la aspirante conservadora a disculparse públicamente.
Activistas como Aguayo han optado por un tono más beligerante que la coalición LGBTTTI+, en vista que el resto de aspirantes a la silla presidencial no se han comprometido —al menos voluntariamente— con sus propuestas.
“No tenemos nada de ninguno de los cuatro (principales candidatos presidenciales), esa es la realidad”, dijo Aguayo, quien también ha increpado al resto de los postulantes a la presidencia que han llegado a Monterrey, la conservadora ciudad al norte de la capital.
“Pero tenemos que sacar el lado positivo que es que logramos visibilizar la situación: la comunidad LGBTTTI entró al debate de la campaña”, agregó la mujer de 40 años, casada desde 2011.
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¿Voto rosa?
El avance de los movimientos conservadores no es exclusivo de México. En el resto de América Latina el movimiento evangélico ha crecido a costa de la Iglesia católica y en Costa Rica podría tener su primer presidente en Fabricio Alvarado, un diputado evangélico que lidera las preferencias.
“Lo que puede pasar es que la agenda de los grupos conservadores sea tan fuerte que obligue a los candidatos a no tomar ninguna postura sobre el tema”, opinó el analista político Genaro Lozano.
“Como no hay cifras de cuántos somos (en la comunidad LGBTTTI), los candidatos creen que puede más el conservadurismo de un país donde el 85 por ciento de la población se considera católica”, agregó Lozano.
A pesar de que no existen estadísticas oficiales ni censos sobre la población LGBTTTI en México, algunos estudios privados sostienen que esta población oscila entre el 8 y el 12 por ciento de los 130 millones de mexicanos, un porcentaje simétrico con la tendencia mundial.
Para diversos analistas, esta proporción podría inclinar la balanza para uno u otro candidato en unos comicios que se definirían por un margen muy ajustado de votos.
“Quien se manifieste públicamente en contra de nuestros derechos, quien no asuma nuestra agenda, no tendrá nuestro voto”, advirtió Ángel Conto, vocero de la coalición LGBTTTI+.
AG