El 20 de febrero es el Dïa Internacional del Gato en honor a "Socks", el gato de la Casa Blanca desde 1993 hasta el 20 de febrero de 2009, cuando murió. Por esa razón, y porque en el mundo existen tantos amantes de los gatos como detractores de los felinos, es que es pertinente revisar las razones por las que amamos a los gatos —así como algunos de los motivos por los que mucha gente en el mundo, simplemente, los odia.
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Muchas personas son amantes de los gatos, y muchas otras definitivamente les temen o los detestan. Así las cosas, pareciera que en la relación entre los humanos y los felinos domésticos no hay medias tazas. Pero, tratando de ser objetivos, ¿cuáles son las razones de tanta fascinación y de tanta repulsión? Aquí compartimos una lista de argumentos a favor y en contra de los gatos.
A favor de los gatos
Entre los muchos argumentos que esgrimen los amantes de los gatos, están que:
- Tienen mejores modales: a diferencia de un perro, que se abalanzará sobre ti, te babeará, te ladrará e incluso te derribará cuando llegues a casa, un gato simplemente hará reconocimento de tu presencia, quizá te pida algo de comer y seguirá haciendo lo que estaba haciendo.
- Son más silenciosos: salvo cuando están en celo o en una pelea disputando su territorio, los gatos son animales bastante callados.
- Son terapéuticos: según diversos estudios científicos, tener un gato y acariciarlo reporta diversos beneficios a la salud; por ejemplo, estadísticamente los dueños de gatos tienen 40 por ciento menos probabilidad de sufrir un infarto, y la convivencia con ellos ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad, fortalecer las defensas del organismo y reducir la presión arterial.
- Combaten la fauna nociva: ¿tienes problemas con ratas o ratones? Un gato es la mejor solución, pues su simple presencia bastará para que la fauna nociva decida migrar a otros lugares menos peligrosos.
- Son independientes: un gato no te pedirá que lo lleves a pasear, no se deprimirá si no tienes tiempo para jugar con él ni ladrará o romperá cosas para llamar tu atención; eso sí: el día que lo decida, te dejará sin siquiera despedirse…
- No necesitan mucho espacio: aunque vivas en un departamento de 50 metros cuadrados sin patio ni terraza, sólo necesitarás un arenero de tamaño suficiente para tener a un gato en casa.
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En contra de los gatos
Hay diversas razones por las que los gatos no gozan de la simpatía de todo el mundo; curiosamente, algunas de ellas nada tienen que ver con el animal en sí, o su comportamiento, sino con creencias heredadas o cuestiones históricas:
- No se pueden entrenar: sin importar cuán duro lo intentes, jamás lograrás que un gato vaya por el palo que le lanzaste, ni que se pare de manos o que responda por su nombre. Pero esto no significa que sea menos inteligente: sucede que las especies felinas fueron domesticadas hace apenas unos 5 mil años, mientras que los perros han estado con nosotros como animales de casa por más de 30 mil años. Esto supone una mucho mayor adaptación a las costumbres y los lenguajes humanos.
- Son traicioneros: muchas personas que consideran que los animales tienen, o deberían tener, cualidades y emociones como las de los humanos, piensan que cuando un gato te muerde o te rasguña sin motivo es porque "está siendo traicionero"; pero si volvemos a leer lo que dice el inciso anterior, quizá entenderemos que no se trata de lealtad o traición, sino de miles de años de domesticación.
- Traen mala suerte: esta superstición tiene profundas raíces en la historia, pues se cree que dicha creencia tiene su origen en el Antiguo Egipto, cuando los faraones y el pueblo egipcio en general adoraban a los gatos, dándoles una categoría casi de semidioses; cuando el pueblo hebreo fue esclavizado por los egipcios, y al ver que los gatos recibían mejor trato que ellos mismos, transfirió su odio a la especie animal. Por esa razón es que el gato casi no se menciona en la Biblia, y también por ello es que los cristianos medievales lo consideraban "una criatura diabólica" y la asociaban con la brujería y la magia negra.
- Generan alergias: es un hecho que el pelo de muchas especies felinas genera alergias en mucha gente; sin embargo, algunos estudios sugieren que dicha alergia podría tener un origen psicosomático y que la convivencia continua con un felino podría "curar" a quien la sufre.
El debate entre quienes aman y quienes odian a los gatos, de seguro, no tendrá fin. Y ni hablar de la disputa de quienes piensan que los gatos son mejores mascotas que los perros y los que opinan lo contrario. Pero quizá sea de utilidad conocer los argumentos a favor y en contra, y sobre todo, respetar los gustos y las preferencias de cada quien a la hora de elegir una mascota.
Como sea, ¡feliz Día del Gato!
FM