El 20 de febrero es uno de los días en los que celebramos el Día del Gato, por lo que queremos ayudarte a entender lo que tu minino quiere decirte cuando maúlla o ronronea. Investigadores de la universidad de Lund, en Suecia, pretenden descifrar el amplio rango de maullidos suaves, fuertes y ronroneos de estas mascotas, que son únicos en el mundo de los felinos.
El “habla” gatuna se desarrolló a partir de la domesticación. Los felinos salvajes dejan de maullar cuando son mayores porque ya no necesitan llamar la atención de su mamá que les da leche o cariños.
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Desde hace 10 mil años que el hombre y los gatos viven juntos, han aprendido a comunicarse con nosotros usando señales vocales cuando quieren afecto o comida, aún cuando son adultos.
El equipo grabará a más de 50 gatos de distintos lugares para ver cómo cambian los maullidos según su estado de ánimo. Los expertos buscarán patrones fonéticos cuando estén tranquilos, amigables, molestos, enojados o hambrientos.
“Parece que los gatos varían la entonación o melodía conscientemente, quizá para expresar un cierto mensaje, incrementar la urgencia del mensaje o comunicar una emoción” dijo Susanne Schötz, líder de la investigación a The Telegraph. “Mis gatos tienen un sonido diferente en su melodía cuando están tristes de cuando están contentos”.
Pero el estudio es aún más amplio. Schötz quiere saber también la influencia fonética que ejercen los dueños sobre sus gatos. Por ejemplo, si los gatos prefieren que les hables como mascotas o como si fueran un adulto humano. O si les gusta más como hablan los niños o los viejos.
Así mismo, el equipo trabajará con la universidad de Linkoping para verificar si la evidencia que indica que los gatos de cada localidad difieren en acentos y dialectos es cierta. Tal como sucede con las personas que los cuidan, los gatos podrían emitir sonidos aprendidos por lo que escuchan.
Esta no es la primera vez que un científico indaga en el lenguaje de los gatos. La doctora Sharon Crowell-Davis de la universidad de Georgia en Estados Unidos, dijo el año pasado que había descifrado el código.
La profesora en comportamiento veterinario asegura que los ronroneos no son señal de felicidad, sino una petición del gato que significa "por favor no te vayas" y lo hacen especialmente cuando están enfermos.
También dijo algo que quizá ya intuías, que cuando tu gato se frota contra tus piernas cuando llegas a casa, es como un abrazo de bienvenida. Es su forma de decirte "ya volviste, te extrañaba".
cjr