La probabilidad de que se produzca un terremoto el mismo día y con 32 años de diferencia es del cinco por ciento en un país como México, donde se registra una media de dos potentes sismos al año con una magnitud superior a 7 en la escala de Richter.
"Calculamos que las probabilidades son del cinco por ciento, aunque habría que matizar varios supuestos", explicó Vala Hjorleifsdottir, investigadora islandesa del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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Al impacto emocional del fuerte terremoto del pasado martes que sacudió el centro de México, se sumó el hecho de que era el 32 aniversario del destructivo sismo del 19 de septiembre de 1985, que quedó en la memoria de los residentes capitalinos como un gran desastre.
¿Qué probabilidad hay entonces en que un fuerte sismo ocurra el mismo día con 32 años de diferencia? Para explicarlo, la investigadora toma como punto de partida la premisa de que en México suceden como media anual dos sismos mayores a una magnitud 7, con lo que cada día "hay una probabilidad de uno entre 730".
Detalla que si se considera cualquier día, resulta que la probabilidad de un temblor fuerte "no es muy alta", pero que la misma se incrementa al tomarse en cuenta los muchos años que han pasado desde el ocurrido el 19 de septiembre de 1985.
"Si se juntan todas las probabilidades de todos los años de que en alguno de los 32 años haya pasado un evento grande el 19 de septiembre, llegamos al cinco por ciento de probabilidad, uno en 20", explica la investigadora, con 7 años de antigüedad en el Instituto.
Sobre la posibilidad de que vuelva a ocurrir otro gran temblor en algún 19 de septiembre en el futuro, sostiene que es "claro que puede pasar y con la misma probabilidad del cinco por ciento".
Hjorleifsdottir admite que estas probabilidades parten de "números muy pequeños" porque no se conocen bien las estadísticas (históricas), aunque precisa que en los últimos cien años se han registrado más de 50 sismos de magnitud 7 y mayor.
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Más allá de las probabilidades de que un 19 de septiembre con 32 años de distancia se sucedieron dos grandes temblores, los eventos sísmicos tienen muchas diferencias en su epicentro y la distancia de la zona más afectada.
El del 19 de septiembre de 1985 ocurrió a las 7:19 horas locales con una magnitud de 8.2 y con epicentro en el estado de Guerrero y dejó más de 20 mil muertos, la mayor parte en la capital mexicana.
El ocurrido el 19 de septiembre se registró a las 13:14 horas locales con epicentro en los límites de los estados de Puebla y Morelos, y al momento ha dejado un balance provisional de más de 300 víctimas mortales, según el más reciente reporte de las autoridades.
El sábado, otro temblor volvió a sacudir el centro y sur de México con una magnitud 6.1. El movimiento telúrico se registró a las 07:53 hora local y su epicentro se localizó a 7kilómetros al oeste de Unión Hidalgo, en el sureño estado de Oaxaca; la misma zona donde el 7 de septiembre pasado un terremoto de 8.2, el más poderoso desde 1932, causó 98 fallecidos.
Toda esta sucesión de temblores se explican, según la directora del SMN, Xyoli Pérez Campos, porque México "está en un contexto tectónico complicado" por la interacción de cinco placas tectónicas, las de Cocos, de Norteamérica, del Pacífico, de Rivera y del Caribe.
Estas placas son segmentos de la corteza terrestre, a la que dividen como un rompecabezas, cuya interacción al desplazarse sobre un manto semilíquido y viscoso es una de las principales causas de terremotos.
A lo largo del siglo XX se produjeron en México cien sismos de magnitud de 7 o mayores, y desde el año 2000, el Sismológico Nacional ha notificado nueve temblores de magnitud 7 o mayor, el más fuerte el del pasado 7 de septiembre pasado.
RL