Ramla nació en la década de los 90 en Mogadiscio, Somalia, en plena Guerra Civil. Forma parte de una familia de siete hermanos, uno de los cuales murió cuando una granada cayó en el patio de su casa mientras jugaba. Temiendo por sus vidas y la necesidad de calma y seguridad, la familia Ali, al igual que miles más, tuvo que huir de la nación que amaban, abordando alguno de los botes abarrotados que tardaron ocho semanas en llegar a Kenia.
Para entonces, Ramla tenía unos 12 años y durante la travesía vio cómo muchos pasajeros caían enfermos o incluso morían de hambre. Este fue el comienzo de muchos desafíos a los que la ahora modelo y activista se ha tenido que enfrentar.
Luego de vivir como refugiada en Kenia y tras una serie de desplazamientos y recorridos, la familia finalmente llegó a Londres, donde Ramla inició una nueva etapa en su vida, ahora asistiendo a la escuela. Pero ahí sus compañeros de clase comenzaron a burlarse de ella por tener sobrepeso. Esto la llevó a cambiar de hábitos y a demostrarse a sí misma que era capaz de llevar una vida sana y estar en forma. Se inscribió a un gimnasio local, le llamó la atención el box. Lo hizo en secreto y nunca se lo contó a su familia porque temía su desaprobación, pues las mujeres musulmanas no deberían practicar deportes y menos aún uno que era considerado masculino.
Cuando representaba a Inglaterra en torneos, le decía a sus padres que salía a correr, hasta que uno de sus hermanos la reconoció en la televisión tras ganar uno de los varios títulos que le dio a su país de acogida. Sus padres la obligaron a renunciar en ese momento, pero ella lo retomó más tarde de todos modos, a pesar de tener que ir en contra de las preferencias y creencias de sus padres. Había encontrado en el box una manera de sobresalir y sentirse más completa.
Años después, con la ayuda de su esposo y entrenador inglés Richard Moore –nieto del difunto entrenador de futbol Dave Sexton–, Ramla se reconcilió con su familia.
Al no quedar en la selección de Gran Bretaña para participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Ramla recibió en 2018 el llamado de la federación deportiva de Somalia para competir por su país de origen, convirtiéndose en la primera boxeadora en la historia en representar a Somalia en el Campeonato Mundial Femenino que se celebró en Nueva Delhi, India, ese mismo año. Asimismo, ayudó a establecer la federación de boxeo de Somalia en Mogadiscio. En los Juegos Olímpicos de Tokio alcanzó los octavos de final; su sueño de convertirse en la primera campeona olímpica de Somalia sigue en pie, así que seguirá intentándolo.
Esta mujer fuerte y decidida, que también ha destacado como embajadora y modelo de marcas como Nike y Pantene, busca superarse dentro y fuera del ring, y quiere servir de motivación para su nación. Por eso, su papel más importante es como activista.
Ramla se ofrece como voluntaria para dar clases de defensa personal que brinden a las mujeres las herramientas necesarias para cuidarse y hacerse conscientes de la violencia doméstica. Asimismo, quiere ayudarlas a luchar por lo que creen, a cambiar su rol en la comunidad musulmana y guiarlas hacia una vida mejor, más estructurada y con mayor comunicación. Por si fuera poco, es una líder que busca un futuro mejor para los refugiados en el mundo tan dividido de hoy.
No por nada la duquesa de Sussex, Meghan Markle, la eligió como una de las 15 Fuerzas del Cambio en la portada de British Vogue, en septiembre del año pasado.
bgpa