Cortarse o hacerse un tratamiento de cabello, maquillarse o arreglarse las uñas nunca había sido tan fantástico y divertido como ahora lo es en San Pedro Garza García, Nuevo León. En la ciudad regia hay un sitio dedicado a la belleza femenina que envuelve en un halo de magia a quien lo visita. Y es que el ambiente creado por la arquitecta Mónica Mora en su estudio Spaces By Momo para el salón Ana Karen González, está inspirado en el famoso libro del británico Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas.
Ya desde el exterior, que se muestra como un gran escaparate, se antoja entrar en el lugar como si se persiguiera al conejo blanco. Si se cede a la curiosidad, lo primero que uno enfrenta es su propio reflejo en un enorme espejo, instalado en un área que funciona como la antesala que prepara al usuario para descubrir lo que hay más adelante. Del otro lado, una gran habitación rememora los antiguos salones de baile, con detalles exquisitos, como cortinas sobre los espejos que simulan amplios ventanales. Al centro, en una apacible sala, una cálida taza de té se ofrece a los clientes para hacer su espera más confortable. Sin duda, otro guiño a la historia de Alicia. Esta área está enmarcada por un piso de patrón blanco y negro, donde en la parte superior cuelgan tres candiles que parecen flotar sobre una mesa de mármol blanco.
El diseño del espacio se desarrolla en sólo 162 m2, donde además de la recepción, el espacio de transición y el gran salón, hay un par de privados y el área de servicios. Para dar total congruencia al ambiente y una mayor sensación de amplitud, el lugar se encuentra teñido en una paleta de tonos neutros que van del blanco al ivory, con acentos en rosa pálido y dorados impuestos sobre todo por el mobiliario y los diferentes elementos decorativos.
Este salón es ejemplo de cómo la creatividad y el diálogo entre el diseño y otras disciplinas, en este caso la literatura, resulta en espacios que aportan a los usuarios algo más que el simple desarrollo de las actividades para los que fueron creados, aquí la fantasía y la imaginación logran penetrar la mente del visitante