'Sánchezkaneismo', una identidad teatral

La diseñadora mexicana Bárbara Sánchez-Kane presenta su nueva colección: un viaje por la cultura mexicana, el futurismo y la idiosincrasia.

“Nada es estable, vamos construyendo y deconstruyendo las cosas que aprendimos desde la infancia”. (Foto: Gerardo Maldonado)
Sarah Gore Reeves y Lorena Domínguez
M revista de Milenio /

Un contraste de colores y texturas acompañado de un ambiente que nos muestra diferentes estilos artísticos dieron como resultado 20 personajes que buscan constatar los intereses particulares de la diseñadora con los objetos mexicanos que nos rodean día a día: un manifiesto que no responde al consumidor voraz.

En exclusiva para Revista M, Bárbara Sánchez-Kane nos cuenta cómo se dio este intercambio conceptual entre arte y moda, tanto a nivel personal como social, agregando elementos teatrales y barrocos que pertenecen a registros distantes que se unen por conexiones inesperadas.

¿Qué influencia tiene la moda en nuestra sociedad?

"Ahorita me interesa mucho cómo los discursos políticos y sus campañas se mezclan en el día a día; al final, si te das cuenta, cuando dan toda la mercancía, tipo camisas, tazas, gorras, se crea un colectivo de objetos que me parece muy interesante abordarlo. A su vez, analizando el paso de los años, los 60 y 70, creo que lo binario en la moda se está terminando también, y no llegas a lo más obsoleto que es ponerle un traje a una mujer o un vestido a un hombre, que sería lo primero que piensan; se me hace que hoy por hoy ya no existe eso, es absurdo que lo sigamos abordando desde esa narrativa. Creo que es importante borrar la línea de lo que es la ropa de hombre y la de mujer".

¿Cuál fue tu inspiración para esta colección?

"Comenzó con un estudio que hice para la revista Purple Magazine con dos amigos, la idea era mostrar qué pasaría con todo el microplástico que estamos ingiriendo, que en vez de ser evacuado permanece en nuestro cuerpo un porcentaje. A raíz de esto empiezan a crecer deformaciones que mimetizan el plástico que se ve en el exterior. Para mí, en México, por naturaleza, seria la cubeta. En este país tiene mil usos, desde un banco, crear torres para poner un objeto arriba, etcétera. La inspiración fue algo futurista, y al mismo tiempo quise mostrar cómo al seguir en una sociedad capitalista queremos seguir recolectando cosas".


Foto: Gerardo Maldonado

Tus colecciones anteriores han sido performativas: texturas y movimiento. ¿Continuará así en el futuro? ¿Cómo entiendes la perspectiva y el movimiento?

"No estoy segura de que siempre voy a trabajar de esa manera. El formato que vimos en Kurimanzutto mostró una pasarela un poco convencional. En este momento no te podría decir si mis planes son hacer una película o esperarme dos años para lanzar mi próxima colección, porque eso es lo que nos encasilla como creativos. No hay porqué seguir temporadas, al contrario, será cuando necesitemos usar la ropa como medio para comunicar algo. Nada es estable, todo lo que aprendimos desde la infancia lo vamos construyendo y deconstruyendo".

Tu colección combina la cultura mexicana auténtica con sus objetos más emblemáticos, como el machete, las botas tribales, los uniformes militares. ¿Cuál ha sido el proceso de integración y por qué escoges estas piezas?

"Vivo en México y es algo que estoy viendo constantemente, son objetos que están presentes en el día a día. Es algo que está a la luz de nuestros ojos y fue una parte de mi vida transitar con esta constelación de objetos que todos los mexicanos reconocemos".

¿Qué le falta a la industria de la moda mexicana para alcanzar estándares internacionales?

"Realmente yo me siento muy orgullosa de esta industria, veo a muchos diseñadores jóvenes que ya se están escuchando más. De igual manera, creo que es importante agregar la mexicanidad, lo personal, lo político, lo social; un folclor de apropiación directa. Es un poco romper el estereotipo de lo que el exterior piensa de nosotros, de lo que es ser un diseñador mexicano, porque tenemos todo en este país para llegar a los estándares internacionales, lo que faltan son plataformas que apoyen a los diseñadores emergentes y a la industria".


Foto: Gerardo Maldonado

La sustentabilidad es un tema muy importante. ¿De qué manera buscas que tus piezas los sean?

"Sánchez Kane se fundó en 2016 y a la hora de hacer colecciones casi todo es dead stock, que es un término que se usa para ropa usada, o de telas que ya salieron de temporada, muchas son piezas de cuero. Al final, busco crear algo duradero que pase de generación en generación, o que pueda ser encontrado en 20 años en el tianguis. Para mí la importancia está en usar materiales de buena calidad".

¿Qué nuevos proyectos tienes en mente?

"Quiero filmar mi primera película erótica, quiero presentar el proyecto en Japón en septiembre. Cuando empiezas a experimentar y te comienzas a retar te empiezas a enamorar del formato. Me gustaría hablar del erotismo queer latino, desde otra perspectiva. Algo diferente". 

Además

Encuentra la transmisión en vivo de esta colección a través del Instagram de @kurimanzutto y @sanchez_kane.

hc

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