Las marchas feministas que se han vivido en México y el mundo despiertan opiniones encontradas en redes sociales: algunos apoyan a las marchantes y otros cuestionan sus métodos. Entre el segundo grupo, están algunas mujeres que demuestran su inconformidad expresando "Ellas no me representan". Es aquí que vale la pena hablar de sororidad, un concepto del que a continuación te explicamos su significado.
Ante las críticas, las feministas dieron una respuesta sorora a las mujeres que aludían a ese comentario: "Las feministas que ahora no te representan, serán las mujeres que buscarán justicia por ti si desapareces", según se leía en un cartel.
Qué es la sororidad
La palabra sororidad fue recientemente incluida en el diccionario por la Real Academia Española, que la define como "Agrupación que se forma por la amistad y reciprocidad entre mujeres que comparten el mismo ideal y trabajan por alcanzar un mismo objetivo".
Sin embargo, el término tiene un impacto más grande y revolucionario dentro de la lucha feminista. Fue la académica mexicana Marcela Lagarde quien lo acuñó por primera vez en Latinoamérica, habiéndolo escuchado ya en Francia, cuna del feminismo, como sororité y en países anglosajones como sisterhood.
Para Lagarde, la sororidad es la respuesta política para luchar contra el régimen patriarcal al que ella llama el pacto masculino, que rige en un mundo en que los hombres sesgan el derecho de las mujeres de implicarse en las decisiones del rumbo que seguirá éste, haciéndolas a un lado y tratando de mantenerlas siempre separadas y alienadas.
Nuria Varela se suma a la definición de Lagarde haciendo notar que una de las armas poderosas del patriarcado es mantener a las mujeres compitiendo entre sí, por eso, la sororidad, en sus palabras, es "un acto de rebeldía contra el patriarcado".
"Mujer, á(r)mate"
"La sororidad es una dimensión ética, política y práctica del feminismo contemporáneo. Es una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y a la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y al empoderamiento vital de cada mujer", señala Lagarde.
"En la falsa creencia en la natural solidaridad femenina, ha sido evidente que las relaciones entre mujeres son complejas y están atravesadas por dificultades derivadas de poderes distintos, jerarquías y supremacismo, competencia y rivalidad", dice también Lagarde.
Estos, explica la académica, son mecanismos políticos que provienen de la fragmentación social y de normas de género para mantener la supremacía masculina sobre las mujeres creando distancia entre ellas.
Desde pequeñas, los medios de comunicación, los familiares, amigos y en general, la sociedad, enseñan a las mujeres a competir entre otras.
Estereotipos en la publicidad de "la mujer perfecta", o las telenovelas en donde una mujer enloquece y trata de destruir a otra sólo porque no logró ser el interés romántico del protagonista de la historia, o los amigos consolando a una adolescente que acaba de descubrir que su ex novio tiene una nueva relación diciendo "no importa, estás más bonita tú" son claros ejemplos de la normalización de esta práctica, una lucha inútil y sin reciprocidad para alcanzar la aprobación masculina.
La sororidad busca romper con esa división y la lucha sin rumbo, y ha estado presente por mucho tiempo, cuando madres e hijas se defienden mutuamente de la violencia, o tus hermanas o amigas te avisan que tu novio te está engañando, o tratan de hacerte renunciar a una relación violenta.
Pero además, puede hacerse todavía más grande, cuando mujeres que no son necesariamente amigas, se apoyan entre sí, se escuchan y están dispuestas a sacrificar su propia seguridad e integridad por exigir justicia y seguridad para otras mujeres a las que ni siquiera conocen.
CJR