La fiesta de Año Nuevo se ha vuelto un ritual para algunas familias mexicanas, y es que se realizan varias actividades que pasan de ser una superstición a una tradición que se llevan a cabo año con año.
Una de las más comunes es que cinco minutos antes de que den las doce, se escucha en muchos hogares la canción Yo no olvido el año viejo de Tony Camargo.
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Otra tradición clásica es el comer doce uvas mientras dan las campanadas, aunque probablemente te estés atragantando porque un segundo no te es suficiente para comer una uva, pero es una manera de formalizar tus propósitos para cada mes del año.
La de ponerse ropa interior de color rojo o amarillo para atraer el amor o el dinero respectivamente es clásica, pero debe usarse desde la noche vieja para recibir el año con estos colores.
También seguramente has salido corriendo con las maletas a la calle durante la medianoche para irte de viaje el año que inicia, así que déjalas cerca de ti para cuando suenen las campanadas.
Sacar la escoba y comenzar a barrer por toda la casa para deshacerte de las energías negativas del año anterior no se trata de limpiar, es más como si quisieras echar al perro de una habitación, rápido y enérgico.
Para los que viven en la playa, es común desvelarse la noche vieja y madrugar el primero de enero para disfrutar el amanecer desde la arena.
Claro que una tradición que es la favorita de muchos es el popular recalentado, que dependerá de qué y cuánto cocinaron, así que puede que sólo dure un día o dos semanas.
RL