En Tampico comemos troles y no esquites, su preparación es diferente, y justamente los negocios dedicados a la venta de está botana o snack, han aumentado un 50% en la zona sur, solo que su preparación se ha diversificado, ahora se puede comer con carne o camarones.
Erik Cruz Velázquez, dueño del negocio Don Eloterio, explicó que en la preparación hay una gran diferencia entre el trolelote y el esquite, pues este último se dora con mantequilla, y el primero se cuece en agua y hasta que está listo se le pone la mantequilla.
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“Aquí se come trolelote y allá esquite, no se preparan igual, y aún aquí, cada negocio lo prepara diferente, nosotros le ponemos algunos ingredientes de nuestra propia receta”.
No hay una versión exacta del origen de este rico platillo en la era moderna, pero hay una leyenda urbana que cuentan mucho de los vendedores de años, que refiere que el origen de este peculiar nombre pudo y la forma en que ahora se come podría estar en Tampico.
Aseguran que en el centro de la ciudad había un lugar llamado “Elotes Miky”, que en ese entonces denominaba a su producto como elotes estilo americano.
Sin embargo la estrella de ese negocio no eran los troles, sino unos raspados de sabores, a los que les decían trolebuses, que eran originarios de Monterrey, Nuevo León.
En otras regiones le llaman elote en vaso, sin embargo la base es similar a la de Tampico, elote cocido, con mantequilla y mayonesa, lo único que varía es el tipo de queso, pues en el sur le ponen molido. Pero al final si usted lo escuchan llamarle a esta botana trolelote, sabrán que es de Tamaulipas.
Con el paso del tiempo el nombre de los raspados y los granos de elote en vaso se fue funcionando, y la gente los empezó a llamar trolelotes, explicó el señor Juan José, dedicado a la venta de este producto desde hace más de 20 años. Jesús Carballo, presidente de Cámara Nacional de Comerciantes en Pequeño de la zona sur de Tamaulipas, afirma que los trolelotes y elotes se han venido desde hace muchos años en la zona, pero de manera informal, había muy pocos negocios establecidos, hasta hace tres años, justo después de que llegó la pandemia de Covid-19, impulsados también por un aumento en las personas que ofrecen sus servicios de entrega a domicilio.
En tres años los apertura de estos establecimientos crecieron hasta un 50% en Tampico, Madero y Altamira, se contabilizan ahora unos 350 entre los formales y ambulantes.
“Lo que nos platican los socios es que es un negocio muy noble, se requiere de poca inversión, pues los insumos son económicos”.
Erik Cruz Velázquez acaba de abrir su negocio hace cuatro meses, primero había pensado que fuera de venta de carne asada, hasta que se dio cuenta que la materia prima para ello era más cara.
“Abrí mi negocio hace cuatro meses pero se atravesó la pandemia y de hecho nos quedamos con muchas cosas del negocio de la carne asada, pero al final cuando la pandemia empieza a enfermar en todos los aspectos pues nosotros empezamos a dar cuenta que las cocinas fantasmas no nos iba a resultar, por el tema del aumento en las entregas y aparte los cárnicos cuando te hacen merma es muy difícil poderte levantar y decidimos que ya no, empezamos a hacer un estudio y vimos que este negocio es muy noble”.
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La base es la misma; lo que ha cambiado es la forma de acompañarlo
“Los Troles Gaby” o los “Troles de Madero”, tienen más de 30 años de funcionar, ahora están sobre la calle Carranza en el centro de Ciudad Madero, su propietaria Gaby y su hijo atienden lo que empezó como un carrito y ahora tienen por lo menos cuatro.
Para comprar aquí se hace fila, a veces muy larga, ellos fueron quizá los primeros que ofrecieron cacahuates y otras semillas para acompañar el trole, en la actualidad su receta sigue siendo la original, pero su secreto es el abundante queso molido, mantequilla y mayonesa que le ponen.
La mayor parte de los negocios ahora venden papitas para acompañar los troles, y hasta le ponen sopas instantáneas.
Erik Cruz Velázquez explicó que sin duda hay un gran mercado para los troles, pero la forma en que se prepara y se acompaña es lo que hace una gran diferencia.
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Y es que en Don Eloterio ofrecen uno muy particular que no se puede encontrar en otros lados, lleva camarón y queso parmesano, lo venden en medios litros y cuesta 45 pesos.
También venden el norteño que lleva carne asada, queso Oaxaca y Gouda, se podría decir que son platillos gourmet, o al menos eso dicen los clientes que van por lo menos una vez por semana.
Lo más particular en este establecimiento es que ofrecen 32 botanas diferentes para acompañar el trole, que van desde los básicos, hasta los charales y los chapulines.
VLSS