Casi todos los padres de un perro han tenido que contenerlo con un abrazo durante el estallido de unos fuegos artificiales. Entre los miedos más comunes de los perritos están los ruidos fuertes, ya sean golpes o cohetes, que en ocasiones llegan a causarles una ansiedad persistente.
Samantha Hay-Parker, médica veterinaria, explica que estas fobias pueden desarrollarse a lo largo de la vida de la mascota o incluso tras una sola exposición a un estímulo que se relacione con algo negativo.
La también asesora técnica en Boehringer Ingelheim explica que en las fobias las respuestas de los perritos y gatitos —las mascotas más comunes en las casas mexicanas— son intensas y pueden surgir desde una edad temprana, y también pueden presentarse en etapas más tardías de su vida a partir de experiencias que hayan vivido.
“Tu perro o gato puede temer a cualquier estímulo al que no ha estado expuesto durante su periodo de desarrollo, que en los perros es de hasta seis meses de edad y en los gatos es de cuatro meses”, señala Hay-Parker. A continuación, te compartimos una guía para entender un poco mejor las fobias de tu amigo peludo:
Al ruido. Una de las fobias más conocidas es a los ruidos estruendosos o repentinos, como los golpes fuertes, truenos, ruidos de construcciones y cohetes festivos, entre otros. Los perros que presentan esta fobia demuestran pánico, agitación extrema, intentos de escapar y/o comportamiento destructivo; por su parte, los gatos casi siempre se esconden.
A la separación. Algunos gatos y perros manifiestan miedo extremo cuando su dueño los deja solos. Como resultado, ladran, chillan, destrozan muebles o tiemblan mientras experimentan esta sensación en un intento de escapar; también pueden llegar a orinar o defecar como respuesta incontrolable.
A ciertos espacios. Algunos animales, en especial los gatos, muestran miedo a espacios abiertos en los que no encuentran un lugar seguro donde resguardarse; sobre todo si ese lugar es nuevo para ellos. Además, lugares específicos como el consultorio del veterinario pueden generar ansiedad y, en general, hacer que se vuelvan temerosos al salir de casa.
Otros animales o personas. Las fobias sociales hacia otros animales y personas desconocidas, que pueden ir desde un niño pequeño hasta al veterinario, ocurren cuando no están acostumbrados a interactuar. Esta alteración la manifiestan con comportamientos agresivos o siendo retraídos.
Si notas comportamiento anormal en tu mascota, acude al especialista veterinario, quien definirá si se trata de miedo, ansiedad o fobia. Además, indicará el tratamiento adecuado, ya sea mediante terapia de conducta o con medicamentos. _
Las claves
Prevención
Hay-Parker agrega que la identificación e intervención tempranas son esenciales para tratar cualquiera de estos síntomas.
Vida sana
Miedos y fobias se puede evitar para que no deriven en otros problemas, resultando en una vida más sana y feliz.
Pirotecnia
Según estudios, la pirotecnia produce un mayor efecto negativo entre las mascotas, debido a la cercanía que en algunos casos se tiene con ella
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