Aunque ahora se realizan varias misiones al espacio, la mayoría de ellas tripuladas por humanos, antes de que esto sucediera se realizaron varios experimentos para asegurarse que la vida de los astronautas no corría riesgo, es por eso que hace años se envió Laika, una perrita que tuvo un triste final.
Algo ha destacar de Laika es que fue el primer ser vivo que fue enviado al espacio, pero esto implicó no sólo un adiestramiento, sino que también una triste historia que no tuvo un final feliz para la perrita.
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Así se convirtió Laika en el primer ser vivo en el espacio
Laika fue encontrada como una perra callejera vagando por las calles de Moscú. Los científicos soviéticos optaron por utilizar perros callejeros de la ciudad, ya que se asumía que estos animales habían aprendido a soportar las condiciones extremas de frío y de hambre.
El Sputnik 2 fue la segunda nave espacial puesta en órbita alrededor de la Tierra, a las 02.30 UTC del 3 de noviembre de 1957. Era una cápsula cónica de 4 metros de alto con una base de 2 metros de diámetro. Contenía varios compartimentos destinados a alojar transmisores de radio, un sistema de telemetría, una unidad programable, un sistema de control de regeneración y temperatura en cabina e instrumental científico.
En una cabina sellada y separada del resto viajaba la perra Laika, cuyo nombre original era "Kudryavka", y pesaba unos 6 kilos.
El viaje de Laika al espacio
Antes de viajar al espacio, Laika fue entrenada para este momento y acostumbrarse a la cabina en la que estaría durante el tiempo que estuviera en el espacio.
La cabina presurizada del Sputnik 2 le permitía estar acostada o en pie y estaba acolchada. Un sistema regenerador de aire le proveía de oxígeno; la comida y el agua se encontraba en forma de gelatina.
Laika estaba sujeta con un arnés, una bolsa recogía los excrementos, y unos electrodos monitorizaban las señales vitales. Un primer informe telemétrico temprano indicó que Laika estaba agitada en el espacio, pero comía.
No había posibilidad de retorno a la Tierra, por eso se planeó sacrificarla después de 10 días en órbita.
Sin embargo, en octubre de 2002 se reveló por fuentes rusas que Laika había muerto a las pocas horas debido al sobrecalentamiento y el estrés. La misión suministró a los científicos los primeros datos del comportamiento de un organismo vivo en el medio espacial.
Las últimas horas de vida de Laika
Años después de lo sucedido, un científico que trabajó en el Sputnik 2 relató que como sabía que Laika moriría cuando fuera enviada al espacio decidió llevarla a su casa para que sus hijos jugaran con ella, ya que quería hacer algo por la perrita antes de que perdiera la vida.
Inevitablemente la lomita tuvo una muerte que muchos consideran que fue muy dura y dolorosa debido a las condiciones a las que fue expuesta.
A pesar de su fallecimiento, los científicos enviaron en 1960 a dos perros más al espacio: Belka y Strelka, que a diferencia de Laika sí sobrevivieron por lo que al regresar a la Tierra estudiaron los efectos de gravedad cero en el cerebro, sistema cardiovascular, metabolismo, etc.
Seis años después dos perros más fueron enviados al espacio y orbitaron durante 22 días, tiempo récord, ya que los humanos no superaros ese tiempo hasta 1974.
PJG