Los gatos son de las mascotas más populares dentro de los hogares y al ser animales muy exploradores y curiosos, muchas veces anginas bacterias podrían enfermarlos sin que sus dueños se den cuenta.
Y es que tanto los perros como los gatos están expuestos a las bacterias mientras se encuentran explorando no solo la casa sino la calle en general.
Hay algunas enfermedades que no podemos detectar a simple vista ya que percibimos su comportamiento como algo normal aunque se encuentren enfermas nuestras mascotas.
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Señales para detectar sordera en gatos
De acuerdo con los dichos de la médica veterinaria Esther Charles, en Mars Pet Nutrition México, algunas de las señales de sordera que hay en los michis no se atiende porque sus dueños no se percatan de ello debido a que no son señales visibles en las mascotas.
Algunas de las señales de alerta que hay es que si llamas a tu gato y no responde a su nombre o los ruidos suelen pasar desapercibidos debes de acudir al veterinario correspondiente para que comience a evaluar la salud de tu michi.
La doctora explicó que algunas de las causas más comunes suelen ser problemas congénitos que ya están presentes antes del nacimiento, por edad, sordera temporal causada por una infección o una sordera permanente causada por genética y pudiera ser más frecuente en los gatos con pelaje blanco y ojos claros.
Pero no te asustes ya que esto no quiere decir que todos los felinos con estas características físicas sean sordos o que vayan a perder la audición en algún momento de sus vidas, pero en dichas especies predomina el gen conocido como alelo-w, lo que podría causar la pérdida auditiva.
Si detectas alguna de las señales que a continuación te diremos, debes de llevar a tu felino al veterinario.
- Si cuando entras a casa no te recibe o saluda, es porque no detecta el ruido de la puerta.
- Tu gato no muestra alteraciones de comportamiento ante ruidos fuertes, como la aspiradora, licuadora o algún trueno.
- A veces parece desorientado y sacude a menudo la cabeza.
- Tu gato muestra un maullido mucho más alto, ya que no puede percibir su propio tono.
- Se altera con mucha frecuencia.
- El comportamiento de tu gatito empieza a ser diferente al de su conducta habitual.
- Camina sin rumbo y tambaleándose.
- Tiene secreciones que provienen del oído.
Si notas que alguna de estas señales corresponden a la vida de tu michi, no dudes en correr a una veterinaria y atender dicho problema.
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