El pasado 22 de enero una joven y entusiasta copywriter vivió la tragedia de su vida cuando, inesperadamente, alguien le robó su botella azul de Tupperware.
Fernanda Eduwiges, de 36 años, no pudo con la pérdida y decidió tomar cartas en el asunto: colocó un letrero en su lugar de trabajo para exigirle al malhechor que devolviera el tupper o, al menos, se lo pagara.
Sin embargo, el "ladronzuelo" —como lo llamo Fernanda en Twitter— nunca dio la cara.
Por si fuera poco, Fernanda no sólo tuvo que lidiar con la pérdida: además se encontraba sumamente preocupada porque su madre no tenía idea del robo del valioso tupper.
Hasta aquí, todo eran lágrimas y sufrimiento, pero de pronto apareció Tupperware México.
La empresa incluso dio datos característicos de la botella extraviada.
Pero eso no fue todo. Tupperware México no sólo le envió el pésame a Fernanda, sino que además decidió mandarle todo un kit de tuppers a su trabajo.
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Y así fue como, después de tener tuppers donde guardar la comida y agua en su oficina, Fernanda pudo recuperar la paz.
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