Quebec es el corazón de la región con el mismo nombre, en Canadá, y en invierno se transforma en un paisaje mágico cubierto de nieve, ofreciendo itinerarios muy emocionantes para todos los gustos.
La joya de Canadá
Cada momento en la ciudad de Quebec está impregnado de historia y belleza, comenzando con las pintorescas calles del Viejo Quebec, lugar en donde se encuentra el hotel Château Frontenac, mismo que es el más fotografiado del mundo, por su majestuosa arquitectura.
De hecho, el Viejo Quebec ha sido inspiración de varios cineastas por sus influencias francesas, británicas, autóctonas y norteamericanas. Un punto importante de encuentro es la Place Royale, lugar donde se fundó la ciudad, mismo que puedes recorrer subiendo la escalera Casse-Cou o por el funicular que está unido a la terraza Dufferin, desde donde el Château Frontenac domina el río San Lorenzo.
Otro de sus hot spots es el Ice Hotel de Quebec, construido literalmente con hielo, el cual es el único en su clase y consta de 2,300 bloques de hielo y 15,000 toneladas de nieve. Aquí puedes disfrutar de un coctel en el bar de hielo y deslizarte por sus toboganes.
¡Prepara tus esquís!
Descubre las impresionantes pistas de esquí de Mont-Sainte-Anne y Stoneham Mountain Resort, donde principiantes y expertos pueden deslizarse por la nieve en un entorno espectacular.
Patinaje sobre hielo
Embárcate en una experiencia única al deslizarte sobre el hielo en la pista de patinaje al aire libre del Viejo Puerto de Quebec. Con vistas panorámicas al río San Lorenzo y al majestuoso Château Frontenac, este es un lugar que no te puedes perder. Otra opción para patinar al aire libre es la histórica Place d'Youville, donde podrás deslizarte entre edificios históricos y disfrutar del ambiente festivo de la ciudad.
Party time!
No te pierdas los vibrantes festivales de invierno que animan las calles de Quebec durante esta época del año. Desde el célebre Carnaval de Quebec, con sus desfiles, conciertos y competiciones de esculturas de nieve, hasta el Festival de Invierno de Quebec, donde la música, el arte y la gastronomía se fusionan en una celebración única.
Criaturas acuáticas
Ideal para un paseo en familia, el Acuario de Quebec tiene asombrosas especies marinas de la región como osos polares, focas, medusas y miles de animales marinos. Además, cuenta con sitios interiores y exteriores, áreas de comida y pícnic, juegos acuáticos y carrera de obstáculos.
Su esencia gastronómica
En la ciudad de Quebec, la gastronomía es mucho más que una simple comida; es un viaje de sabores que cautiva los sentidos y celebra la rica herencia culinaria de la región. Comienza tu día con un desayuno auténtico en uno de los cafés del Viejo Quebec, acompaña tus bebidas calientes con croissants recién horneados, bañados de jarabe de maple puro, una delicia local que no puedes dejar de probar.
Para el almuerzo, los platos tradicionales como la tourtière, un pastel de carne sazonado con especias aromáticas que evoca el espíritu hogareño de Quebec, es tan sólo algo de lo que no puedes dejar pasar. Ya para el anochecer, puedes dar una vuelta por el río San Lorenzo, donde hay muchas opciones gourmet que incluyen exquisitos platos de mariscos frescos hasta refinadas interpretaciones de la cocina francés; cada menú es una obra maestra culinaria que refleja la creatividad y pasión de los chefs locales. Y claro que no puedes marcharte de Quebec sin probar el dulce símbolo de la provincia: el maple.
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