Regresar al “lugar más feliz de la tierra” después de vivir tiempos tan complicados y dolorosos podría parecer contraintuitivo o, de menos, shockeante, pero como parte del primer grupo de medios invitado a Disneyland tras la apertura de los parques al mundo (solo estaba abierto a residentes de California), debemos destacar su labor en este regreso.
M2 pudo constatar que el tiempo que los parques estuvieron cerrados se aprovecharon al máximo. Ellos usan la palabra “magia”, y vaya que volvieron a tope con ella. En lo personal, no puedo dejar de maravillarme con las experiencias con la tecnología, tenacidad e imaginación que se potenció con mi deseo de regresar, así que quiero compartir aquí algunos de los momentos que nos sorprendieron y que ya están ahí, dejando claro porqué este parque que ya cumplió 66 años es y siempre será un referente mundial cuando de experiencias únicas se tratan.
Al llegar al Disneyland Hotel, el más antiguo de todos, lo primero que nos contaron es que no solo habrá uno nuevo, sino que la zona de restaurantes y tiendas conocida como Downtown Disney se expandirá. Ah, caray, ¿pues para dónde? Digo, los Disneymaniacos sabemos bien que en California ya no hay para dónde crecer en lo que a espacio se trata (Orlando es otra historia).
Francamente es admirable saber que siguen innovando e integrando a las nuevas tierras, películas, marcas y personajes de Disney sin perder el estilo clásico, en tiempos de crisis y en el mismo espacio. Claro, hay cosas que deben cambiar, lo que amábamos como La Torre del Terror de Twilight Zone ahora es una impactante aventura con los Guardianes de la Galaxia, pero empecemos por al principio: Blancanieves.
El juego temático, basado en el primer largometraje animado de Walt Disney causó una controversia absurda y más frágil que la zapatilla de Cenicienta. Lo que era la narración a través de animatronics de este cuento de Hans Christian Anderson ahora es un deleite de proyecciones, colores, sensaciones y lo que parecieran hologramas (aunque nos cuentan que es otro tipo de tecnología) para narrar la historia.
Sobre el beso final… es bonito, emocionante si vas en plan de no buscarle problemas a la vida, y deja claro que no por ser un clásico se queda en el pasado. Ese, de hecho, es el enorme reto que tiene Disneyland y su parque hermano California Disney Adventure. Con atracciones del nivel de Star Wars: El levantamiento de la resistencia y Web Slingers de Spider-Man uno pensaría que el Abominable Hombre de las Nieves del Matterhorn quedaría atrás. Nada que ver, es tan emocionante como siempre.
Luego están las atracciones que pasaron a ser películas e integraron detalles de las cintas a la experiencia personal. El Jungle Cruise es un caso extraordinariamente interesante porque, seamos honestos, Disney tiene el Animal Kingdom en Orlando donde los animales de esa jungla están en la vida real. ¿Qué creen que uno descubre sobre este paseo guiado que ahora identificamos con Dwane Johnson y Emily Blunt? Lo más importante ahí es, y siempre será, la narrativa, y en este caso el sentido del humor. La planeación fue impecable: se hizo la cinta mientras se remodelaba el juego, todas las piezas caben a la perfección, cada decisión que vemos en las pantallas tienen un reflejo claro y contundente en el parque. Es alucinante. También vienen las Halloween Nights con las joyas de sus primeras creaciones.
bgpa