Ubicada en el estado de Querétaro a tan solo 3 horas de la CDMX, se dice que esta majestuosa hacienda fue un regalo de Hernán Cortés para la Malinche, que era nativa de la región. Pero, no solo te deslumbrará su hermosa arquitectura, este lugar es perfecto para pasar unos días con amigos o familia y disfrutar a lo grande
Al llegar al lugar el personal te recibe con una refrescante limonada de bugambilia, si esta flor hermosa, que por si no sabías es comestible y deliciosa.
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Las habitaciones son de lo más acogedoras, algunas con jacuzzi al aire libre para disfrutar del clima del lugar y otras con una tina tipo antigua para relajarte por completo.
Su cama te abraza al instante y la vista al jardín de algunas de las habitaciones te despierta con una sonrisa. La decoración combina el confort moderno con el estilo colonial que caracteriza a este lugar.
Una de las ventajas del lugar es que podrás llevarte a tu “perrhijo” a tus días de descanso, ya que el hotel es “pet friendly” así que si tu mascota es de raza pequeña o mediana y no pese más de 20 kilos; le darán una afectuosa bienvenida.
Un punto que seguro te va sorprender es el área de la alberca, es enorme y el clima del lugar es delicioso, seguramente podrás broncearte mientras disfrutas alguna opción de la coctelería del bar, te recomiendo pedir un gin con pepino, les queda buenísimo.
En cuanto a la gastronomía del lugar, este sitio ofrece una aventura culinaria muy completa, su restaurante “Florentino” sirve cocina mexicana deliciosa, por la mañana te recomendamos pedir unas enchiladas queretanas o los huevos Galindo que son la especialidad de la casa, pero si te hospedas en fin de semana el brunch dominical es espectacular.
El patio principal del resort cuenta con puestos de estilo mexicano que ofrecen la cocina tradicional de Galindo, México. En este vibrante ambiente de mercado, los huéspedes pueden degustar especialidades como tortillas hechas a mano y más de 50 variedades de fruta, guisos, quesadillas, platillos con huevo y mucho más.
Su restaurante italiano, merece una mención, si eres fanático de la comida italiana, amarás este lugar, la recomendación para el primer tiempo es un carpaccio de res y otro de los platillos que resaltan en su carta son sus pizzas al horno, preparadas con ingredientes de primera calidad, prueba la de queso y pera o la de ribe eye, seguro las amarás, acompáñalas con una ensalada capresse o la tradicional de la casa.
Para maridar tu comida el lugar cuenta con una carta de vinos internacionales y de la región que te dejará con un buen sabor de boca.
Para relajarte aún más, el spa de la hacienda es un oasis para encontrar tu paz, puedes pedir una cose especial de yoga o tomar alguno de sus masajes, el relajante es delicioso y te reciben con una infusión de frutas y un snack de chocolate obscuro con nueces que te hará sentir felicidad al instante.
Su circuito de áreas húmedas es perfecto para tomarlo antes de alguno de sus servicios y ten por seguro que el servicio superará todas tus expectativas.
Por la tarde puedes recorrer esta joya arquitectónica, tiene rincones únicos, como una área con hamacas para disfrutar del cielo azul, la granja de la Hacienda es única, podrás conocer a los animalitos que viven felices ahí conejos, cerditos y ovejas entre muchos otros también puedes escuchar algunas de las leyendas de este maravilloso lugar en el tour de leyendas que se da a lo largo de toda la Hacienda.
Uno de los sitios predilectos de los visitantes es su viñedo que en este época de primavera este muy verde ya que las uvas están naciendo, no te pierdas la experiencia de su cata maridaje, degustar los vinos de la región es un deleite y su sommelier es súper amigable y te lleva de la mano para que puedas disfrutar al 100 con todos tus sentidos.
Sin duda Hacienda Galindo es un destino ideal para tener los mejores días en compañía de tus seres queridos.
PJG