Desde Teotihuacan, joven mexicano inicia su caminata por el mundo

Jonatan Montoya se dio cuenta que estaba en una zona de confort durante la pandemia de covid-19, por lo que decidió dejar atrás una relación y recorrer el mundo a pie por los próximos siete años.

El objetivo de Jonatan Montoya es caminar 80 mil kilómetros y visitar siete maravillas del mundo. (Kenia Hernández)
Kenia Hernández
Estado de México /

Con el majestuoso fondo de las pirámides del Sol y la Luna, de la zona arqueológica de Teotihuacan, Jonatan Montoya inició su recorrido para tratar de darle la vuelta al mundo a pie.

Efusivo, valiente y decidido, este miércoles fue el primer día de los próximos siete años, en los que, sin nada más que su equipaje y una aplicación en su teléfono celular, el joven de 31 años partió de Teotihuacan con la esperanza de llegar a Oriente en 2028.

“Hoy caminaré aproximadamente 15 kilómetros. Decidí salir de este punto porque es mi lugar favorito en el Valle de México, el misterioso Teotihuacan me trae aquí dos o tres veces al año con mi mejor amigo”, relató en entrevista con MILENIO.

El joven no cuenta con apoyos ni patrocinadores, pero espera que se sumen en el camino. (Kenia Hernández)

Su objetivo es caminar 80 mil kilómetros y visitar siete maravillas del mundo, partiendo hacia Puebla, Oaxaca, Chiapas, Campeche y Mérida, donde visitará Chichén Itzá; posteriormente bajará hasta Perú para recorrer Machu Picchu; después El Cristo Redentor, en Brasil; luego irá a Europa, donde caminará hasta Italia para estar en el Coliseo Romano; después se trasladará al desierto de Jordania, a la ciudad arqueológica de Petra, a India por el Taj Mahal y finalmente llegará a la Muralla china.

Como parte de su entrenamiento, diario caminaba hasta 12 kilómetros del Centro Histórico de Ciudad de México hasta Campo Marte, cargando una mochila de 11 kilos. Su idea de convertirse en el “Forrest Gump mexicano" surgió el 15 de septiembre de 2020 durante la emergencia sanitaria por covid-19.

“No podía dormir y se me formó la pregunta de ¿qué harías si no supieras que vas a fracasar o si no tuvieras miedo a nada? Seis meses y medio dentro de la pandemia me hizo darme cuenta que ya llevaba cinco años en una zona de confort muy grande”, narró.

Además de cumplir su sueño, el también bailarín, maestro de yoga y locutor, quiere ayudar a la lucha contra el VIH a través de la aplicación Charity Milles, que convierte cada paso en apoyo para distintas fundaciones.

Aunque todavía no cuenta con patrocinadores, ya ha empezado a recibir mensajes de otros viajeros que tienen la intención de unirse a su ambiciosa aventura. Espera que con su experiencia documentada de los próximos seis meses pueda atraer a marcas.

“Ya empecé a recibir mensajes de otros viajeros, de gente que le gustaría sumarse a mi ruta en otro momento. No dudo que en algún momento vaya a llegar alguna marca a querer integrarse a esta aventura”, contó.

Jonatan planea apoyar la causa del VIH con una app que cuenta los pasos. (Kenia Hernández)

Sin embargo, este “sacrificio” trajo consigo dejar a su familia y a su pareja con la que llevaba 16 años de relación y seis de vivir juntos. Ahora el recuerdo de ese amor es un collar con un dije de llave que traerá en forma de amuleto.

“La primera vez que salí de viaje sin mi pareja, que me fui un mes, me regaló esta cadena para recordarlo. Desde que me lo dio no me lo he quitado y planeo llevarlo conmigo hasta el final”, señaló.

MILENIO acompañó a Jonatan durante sus primeras horas de viaje, donde se topó con los primeros obstáculos: un sendero lleno de arbustos con un río de aguas negras al centro que imposibilita cruzar directamente a Otumba, Estado de México.

“Este el primer callejón sin salida que me voy a encontrar, a pesar de que mi mapa decía lo contrario. No hay un paso claro, así que voy a regresar unas calles para encontrar un mejor camino”, indicó.

El joven partió de Teotihuacán. (Kenia Hernández)

Para la gran travesía que le espera, se tatuó una planta de pie con alas, símbolo del dios Hermes, protector de los viajeros. Por ahora, su equipaje incluye sólo una casa de campaña, un saco de dormir, mudas de ropa y un kit sencillo de cocina. De contar con los fondos suficientes, pasará al menos una noche a la semana en un hotel para bañarse, recargar sus electrónicos y lavar su ropa.

“Me hice el tatuaje hace como dos semanas, todavía está sanando. Estoy encantado, pensando cómo lo voy a continuar”, puntualizó.

DMZ

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