Un transporte especial (shuttle) de Mont Tremblant espera en el aeropuerto de Montreal a los visitantes para manejar 90 minutos hasta uno de los resorts de esquí favoritos de los mexicanos, que somos los segundos visitantes de este pequeño pueblo, con grandes lugares para unas vacaciones en la nieve.
Las 112 pistas que suman 82 kilómetros, 13 hoteles, 37 restaurantes, más de 50 tiendas, un parque acuático interior y un casino, están concentradas en un pueblo peatonal de 900 metros de longitud.
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En entrevista con Alexandre Caron, representante de Mont Tremblant, respondió a si los mexicanos estamos buscando nuevos lugares para ir a esquiar:
“Creo que las nuevas generaciones, los hijos de los padres que fueron Vail o Aspen por 30 años, quieren cambiar vivir una nueva experiencia”.
Dónde quedarse
Hay 13 hoteles, casi dos mil habitaciones de todos los niveles; dentro del pueblo no se permiten aplicaciones como Airbnb.
El diferenciador de este resort en comparación con esos destinos tradicionales, asegura Caron:
“Primero, la accesibilidad; estamos a una hora y media de Montreal que está a cinco horas de Ciudad de México. Somos más baratos que otros lugares. Además, no es solamente un destino de esquí, es una experiencia invernal. Entonces si hay una familia y dos o tres personas no quieren esquiar, hay una cantidad increíble de cosas que hacer: como trineos jalados por perros, como un spa nórdico, tenemos un casino, y hasta un parque acuático cubierto”.
De acuerdo con Alexandre, el resort recibe alrededor de 3 millones de visitantes al año, lo que lo convierte en el tercer punto turístico más importante de la provincia de Quebec.
Algo para cada uno
Los turistas que más llegan al resort son familias con niños pequeños, y es que “es un lugar muy seguro para aprender; para los principiantes tenemos tres zonas y más de 500 instructores; como 45 que hablan español —explica Alexandre Caron—. Yo pienso que un visitante que llega a Mont Tremblant, que nunca ha estado en la nieve, después de dos medios días puede bajar la montaña esquiando solo”.
Y justo para aquellos que nunca han esquiado en nieve, o los que no van muy seguido, Mont Tremblant tiene la ventaja de que, además de rentar el equipo de esquí, como en casi todos los destinos, también tiene en renta la ropa necesaria, que regularmente es muy costosa.
Para niños.
Hay un parque acuático cubierto, y este año van a construir como un laberinto de nieve; también hay laser tag y escape room.
Al preguntarle a Caron cuál es el número de días mínimo que recomienda para pasar unas vacaciones perfectas en la nieve, él asegura:
“Creo que en invierno es un mínimo de cuatro días, cuatro noches: dos o tres días de esquí, y un día hacer shopping, disfrutar del pueblo o hacer otra actividad como trineo de perros o raquetas de nieve”.
Durante la entrevista con el representante del resort destaca la oferta gastronómica variada, desde comida rápida hasta alta cocina, con influencias francesas y estadunidenses.
Para alguien como Alexandre que lleva siete años viniendo a México a promover el destino, “un día perfecto es levantarme temprano, a las 6; tomar mi café, desayunar, y empezar a esquiar de 8:30 a 10. Después voy a tomar un chocolate caliente. Sigo esquiando hasta las 12:30 que voy a almorzar. Y de ahí al casino, que es único en el mundo al que puedo llegar esquiando. Regreso a la montaña a esquiar hasta el cierre de las pistas (4 de la tarde), y me voy con los amigos a un bar de las 4 a las 6, y terminamos en algún restaurante cenando”. Suena a un día completo.
Historia
Mont Tremblant nace en 1939 con algunas pistas de esquí, pero es hasta los años 90 cuando se construye el resort como es hoy.
evt