Los pueblos mágicos al norte del México poseen algunas singularidades que, probablemente, te harán creer que viajaste a otra nación, ya que podrás practicar esquí o viajar en tren, entre otras experiencias con las que respirarás historia y admirarás los prodigios naturales que hay en el país.
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Lugares mágicos en Baja California
El Hotel California en Todos Santos
En el pueblo mágico de Todos Santos, se fundó el Hotel California en 1948. Una de las leyendas cuenta que fue inspiración para la banda The Eagles y su canción homónima, por las similitudes entre la letra de la música y la arquitectura del hotel y sus alrededores. Otra leyenda señala que a los clientes se les aparece una linda chica que les invita un trago.
Parque Nacional Bahía de Loreto
Este parque está integrado por cinco islas (Isla Coronado, de Carmen, Danzantes, Montserrat y Santa Catarina), donde podrás observar a la ballena azul, los delfines, leones marinos y muchas aves coloridas. En sus playas se puede practicar buceo, pesca remo y canotaje.
Fábrica de la Cervecería Tecate
En el municipio donde surgió la famosa cerveza Tecate, opera la fábrica desde 1932. En ella ofrecen tours guiados sobre cómo se elabora la bebida, para al final gozar de una fresca cerveza en sus 7 diferentes marcas, como Sol, Indio y por supuesto la Tecate, tras ser adquirida por Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma en 1954.
Sitio mágico en Chihuahua
El tren de Batopilas
Aunque hay varias formas de llegar a esta población mágica, la más especial es hacerlo en el Chepe, el último gran tren de pasajeros en el país, donde admirarás los bellos paisajes de la localidad chihuahuense. Como no es el expreso de Hogwarts, deberás bajarte en la estación Bahuichivo.
Paisajes mágicos en Coahuila
Practicar esquí en Arteaga
Conocida como “La Suiza de México” por sus paisajes boscosos y cumbres nevadas, en este lugar mágico se puede practicar rappel, ciclismo, senderismo y esquí, a través de Bosques de Monterreal, reserva de bosques con una pista de 230 metros de fibra natural, diseñada por expertos y lista para que los profesionales se deslicen, pero también con un área para los principiantes.
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Dunas de Yeso en Cuatro Ciénegas
Un desierto totalmente blanco te asombrará de sólo contemplarlo. Lo que parece arena blanca es más bien sulfato de calcio y silicio, donde podrás caminar, correr y hasta resbalar sobre el yeso. El viento reconstruye las dunas, por lo que cada que las visites, tendrán un nuevo aspecto. Además de los matorrales que verás, podrás encontrar huellas de los correcaminos y coyotes que habitan.
MJA