¿Quiénes fueron los primeros que tuvieron vacaciones?

Algunos dicen que jueces y sacerdotes, pero las vacaciones surgieron mucho antes de que las disfrutaran ellos, descubre cómo aparecieron

Las primeras vacaciones surgieron en la Antigua Roma. Foto: Pixabay
Ciudad de México /

Es el momento perfecto para descansar, recargar energías e incluso también para no hacer nada. Son las vacaciones y algunos las planean a lo largo del año, con viajes planificados hasta el mínimo detalle, pero lo cierto es que no siempre fue así. Aquí repasamos la historia de las vacaciones y cómo empezamos a gozar de estos días tan preciados.

¿Cómo eran las vacaciones hace siglos?

Todo comenzó en la Antigua Roma con los Días Vacantes, que proviene de la raíz Vacatio y significa exento de obligación. Aún trabajaban pero los romanos estaban libres de obligaciones religiosas. 

Como tal, cuando surgieron las vacaciones fue en la Edad Media, cuando tras la poca cantidad de trabajo que había, quienes aplicaban las leyes determinaban un período de descanso. De acuerdo con el Libro de las Leyes o “Las Partidas”, del rey de España Alfonso X, la medida fue replicada por el clero.

La obra narra que los primeros en tomar vacaciones fueron jueces y sacerdotes, pero también se relata que los campesinos, con las “vacatio judiciales”. Estas vacaciones judiciales eran el derecho del campesinado para no ser notificado por los tribunales en los dos meses de labor en el campo, que coincidían con el verano, por lo que los agricultores también podrían ser incluidos como los primeros que tuvieron vacaciones.


¿Cómo fue el origen del turismo?

La idea de “ir de viaje” se relaciona con la educación, ya que en el siglo XVI, la realiza británica comenzó a enviar a sus hijos de viaje. Los mandaban a Italia, por su arte y distinción gastronómica. Los viajes culturales, denominados “Grand Tour”, se ampliaron hacia las familias adineradas de la época. 

En el libro Memorias de un turista, el escritor francés Stendhal utilizó por primera vez la palabra “turista”. En esta obra proponía retratar las propias impresiones de cada lugar, sin considerar las reglas impuestas sobre cómo escribir y con el itinerario como un pretexto para que surgiera una mirada personal.

Gracias al desarrollo del ferrocarril y la navegación, en el siglo XIX fue también la burguesía inglesa que ostentaba dinero y tiempo, la que empezó a impulsar los viajes. Así nacería la primera agencia de viajes, la cual abrió la posibilidad a las clases menos favorecidas de viajar a diferentes destinos, y así determinar que viajar no sólo es para los sectores privilegiados.

MJA

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