El Parque Nacional Yosemite permanecerá cerrado durante el fin de semana debido a que los fuertes vientos que azotaron gran parte de California derribaron dos secuoyas gigantes y causaron daños de millones de dólares.
Los vientos comenzaron a ganar intensidad el lunes 18 de enero y alcanzaron velocidades tales que tiraron árboles y postes de luz, dejando sin luz a casi 300 mil casas y negocios. También se provocaron apagones intencionales como medida de prevención de posibles incendios.
La situación se calmó el martes en el norte del estado y el miércoles en el sur.
Lo más grave en Yosemite sucedió el lunes por la noche. Además de varios árboles, cayeron dos secuoyas gigantes de la parte sur del bosque Mariposa Grove de Secuoyas Gigantes, según dijo el vocero Scott Gediman al Sacramento Bee. Varios cayeron sobre camiones y dañaron edificios, incluyendo casas de empleados, un malecón y un baño que había sido instalado en 2018 como parte de una restauración de $40 millones de dólares.
Gediman añadió que equipos de emergencia trabajaron arduamente para reparar las líneas eléctricas, especialmente en la comunidad de Wawona al sur del parque, que siguió sin electricidad hasta el día jueves.
A partir del martes 26 de enero el parque reabrirá para visitantes solo durante el día (8 a.m. a 5 p.m.). Las áreas para acampar y las cabañas han estado cerradas por semanas y permanecerán así como medida de prevención ante el Covid-19.
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