La industria del vino en México tiene mucho potencial; sin embargo, aún hace falta romper con el esnobismo que la rodea y concientizar a todo el público interesado sobre los beneficios a la salud que ofrece tomar una o dos copas de vino a diario —como máximo, para no caer en el abuso—, aseguró Jesús Díez, enólogo y viticultor.
Todo el mundo se puede acercar a disfrutar la bebida si se tienen un par de bases sencillas y si se rompe con ciertos prejuicios; para empezar está la cuestión del precio, pues uno con un costo de 100 pesos puede ser rico y bueno para la salud, destacó Díez.
Además, si no se rebasa la dosificación recomendada, el vino ayuda a la longevidad. El enólogo precisó que los beneficios del vino se obtienen con consumos cortos y no con largos: si tomas vino de esta forma se ayuda a que el cuerpo elimine el colesterol y metabolice el alcohol sin ningún problema.
Comprender para disfrutar
Para el experto, la educación es la clave para que todas y todos los mexicanos se acerquen al vino que se produce en el país; pero, para que funcione, ésta tiene que ser fresca y mucho más dinámica.
“El primer paso es empezar a probar variedades de vinos y uvas, para ver cuál es el que más nos puede gustar. Después de eso no hay que dejar de seguir probando y explorando otros vinos”, aseguró el viticultor.
Las bases para tomar vino son muy simples. Díez destaca que hay tres clasificaciones de vino: los espumosos, como aperitivos; los tranquilos —que en México llaman “de meta”— que funcionan para acompañar la comida, y los generosos, que sirven para acompañar a los postres.
“Una vez que entiendes la mecánica básica de los vinos, aprendes que si comes un plato muy potente que tenga muchas especias lo vas a acompañar con un vino también potente, que son los tintos —y algunos blancos—; si vas a comer algo más ligero como mariscos, entonces, lo acompañas con un vino blanco o rosado. Porque si combinas vino ligero con comida potente o viceversa, le das en la torre a las dos”, dijo.
Así, el vino se elige en función del platillo, y hay que aprender a escuchar lo que nos dice el paladar y dejarse llevar por el antojo, afirmó Díez.
La producción
El consumo de vino aumenta dos dígitos cada año, ya que cada vez hay más personas que están interesadas en la viticultura.
Anque mucho del vino mexicano se produce en Ensenada, Baja California, Casa Madero, Parras, Coahuila, es el número uno en ventas.
Además los estados de Chihuahua, Aguascalientes y San Luis Potosí, tienen horizontes prometedores en el cultivo de la vid.
Díez resaltó que es importante que las personas se acerquen al mundo del vino no solo desde la producción, sino desde que la uva nace y crece en el viñedo.
México y sus vinos
Dónde: Morelos 16, col. Centro
Cuándo: Martes 26 de marzo
Hora: 6 pm
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