Viscosos, pero sabrosos: bichos que se comen en el mundo

Al igual que nosotros comemos chapulines, países como Perú, Camboya y Japón tienen su versión de platillos "viscosos pero sabrosos". 

Los insectos en la comida no son nada nuevo, pues en muchos países forman parte de su tradición.
Ciudad de México /

Esta semana seguramente te topaste con la noticia de una nueva leche, que proviene de las cucarachas. Científicos descubrieron que la cucaracha “diploptera punctata” es la única que, además de ser vivípara –es decir cuyas crías crecen dentro del cuerpo de la madre y no de un huevo- alimenta a sus bebés de una sustancia llena de proteínas, grasas esenciales y azúcar, algo que muy pronto podría ser replicado en el laboratorio para alimentar a una población de 7.4 mil millones de habitantes.

Si vives en México, sabes que aprovechar las bondades de los insectos en la alimentación no es nada nuevo. Tacos de escamoles (huevos de hormiga), chapulines (grillos) fritos con un poco de sal y chile o gusanos de maguey para acompañar un buen mezcal son cosa de todos los días.

Pero su uso no es exclusivo de México. Hay países en donde las arañas, los alacranes y las hormigas forman parte de la dieta tradicional de sus habitantes.


Aquí unos ejemplos de platillos “viscosos pero sabrosos”

Perú

En el país andino hay dos especies tradicionales que consumen principalmente los pueblos indígenas, las hormigas “siqui sapa” y los gusanos “suri”. Las primeras se asan para posteriormente freírse y los segundos se pueden comer recién sacados de las cortezas de los árboles o fritos. Los peruanos, además, convierten a los gusanos suri en un remedio medicinal al utilizar su extracto para combatir la bronquitis o el reumatismo.


Brasil

Las hormigas voladoras son uno de los platos más tradicionales de los indígenas del país. Para consumirlas se les retiran las alas y patas, para posteriormente freírlas y agregarlas a sopas o comerlas como botana. Algunos de los habitantes del Amazonas también se alimentan de grandes tarántulas, llamadas Goliath, que aportan grandes cantidades de proteínas.


Camboya

En este país del sureste asiático también convierten a las arañas en un manjar. Quienes preparan estos bichos insertan un palo de madera a través del cuerpo de la araña, la fríen en aceite con ajo y la espolvorean con un poco de sal o azúcar. Generalmente se comen las patas y la cabeza. Quienes la han probado aseguran que sabe entre pollo y pescado. El abdomen, una de las partes más grandes de la araña, suele ser para los arriesgados, pues al cocinarse se convierte en una pasta color café debido a la mezcla de órganos, posiblemente huevos y por supuesto, excremento.


China

El país asiático cuenta con una gran variedad de insectos comestibles que van desde los escorpiones macerados en licor hasta sopa de hormigas. Sin embargo los más comunes son las larvas de abeja rostizadas y las larvas del gusano de seda fritos.


Japón

Los insectos en la cocina japonesa han estado presentes durante siglos. Si estás próximo a visitar este país y probar algo más que sushi, puedes pedir un tazón de hachi-no-ko, que son larvas de avispa hervidas o qué tal un poco de sangi, que son pupas (el estado entre ser una larva y un gusano adulto) del gusano de seda. También puedes encontrar cigarras y saltamontes fritos.


*mrf

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