Anotó tres goles para la selección de Corea del Sur en dos ediciones de Copas del Mundo, pero uno de ellos fue clave en su carrera y la razón de ser recordado momentáneamente como un héroe en su país. También fue la causa de que Ahn Jung-hwan perdiera su trabajo. Más de 20 años han pasado desde que Corea y Japón auspiciaron en conjunto la primera justa mundialista en Asia donde fue la selección de Brasil quien finalmente se coronó como campeona.
Los locales ya habían sido la revelación del torneo al acceder a octavos de final junto a Estados Unidos en su respectivo grupo, por encima de Polonia y Portugal. Ahora el reto era enfrentarse a la selección de Italia, donde nadie esperaba una sorpresa, pues contaban con Del Piero, Totti, Buffon, Cannavaro, Inzaghi, entre otras leyendas. Si bien la Azzurra había logrado la ventaja al minuto 18’ con una anotación de Vieri, a partir de aquí el arbitraje comenzó a dar de qué hablar.
Byron Moreno de Ecuador no cobraba faltas claras, anulaba goles y protagonizó un desfile de tarjetas. Ya los surcoreanos habían fallado un penal al minuto 4 y cuando llegó el empate al 88’, el partido se fue a tiempo extra donde entraba a escenario el gol de oro por segunda edición en aquel viejo formato. Aquí comienza la gloria y caída de Ahn Jung-hwan, quien al 117’ eliminó a Italia.
La indignación fue tal en el país europeo y la presión tanta, que el presidente del club Perugia, Luciano Gaucci, de la Serie B del calcio italiano, le rescindió el contrato al delantero “No voy a pagar el salario a un hombre que resultó ser la ruina del futbol italiano” reportó la Gazzetta dello Sport. Si bien también se dio a conocer que intentaron comprar su carta nuevamente, Ahn respetando su dignidad no regresó a Italia, consiguió otra oportunidad en Japón. Tras su retiro se convirtió en estrella de televisión como comentarista de futbol.
DAO