Para Argentina se trata de uno de los más grandes robos en la historia mundialista. El 8 de julio de 1990, la Albiceleste y Alemania Federal eran de manera consecutiva las protagonistas de la final de la Copa del Mundo. Ahora en Italia se trataba de una oportunidad única de revancha para los argentinos, sin embargo todo sueño se derrumbó tras una decisión arbitral de la que todavía se habla con dolor en el país sudamericano.
Las cosas iban 0-0, cuando al minuto 83 se escuchó el silbato del árbitro uruguayo nacionalizado mexicano, Edgardo Codesal. Falta de Roberto Sensini sobre Rudi Völler sin dudar y ni el reclamo de Maradona pudo hacer cambiar de opinión al colegiado, al contrario, se llevó la amonestación. Si bien un legendario como Sergio Goycochea cuidaba de la portería argentina y era considerado experto en atajar penales, no pudo adivinar el palo y Andreas Brehme se convirtió en el héroe de los alemanes.
El portal Infobae entrevistó a Codesal 30 años después de la polémica decisión, donde el mexicano aseguró que volvería a cobrar lo mismo ya que argumenta que el defensor no toca el balón aunque intenta jugarlo y que con sus movimientos hace caer al rival. Por supuesto, las reglas han sufrido varias modificaciones, pero en aquel entonces se juzgaban intenciones, por lo que muchos analistas argumentan que no fue correcta la apreciación. Maradona declaró que nunca lo perdonó y el autor del gol dijo años después que si hubiera existido el VAR no lo marcaba.
MGC