En el Campeonato Mundial de España 1982 se vivió el llamado “pacto de la vergüenza” donde Alemania y Austria se pusieron de acuerdo para terminar el encuentro con un marcador que favorecía a ambas escuadras para pasar a la siguiente fase, y dejando fuera al conjunto de Argelia.
En la primera fecha del Grupo 2, Argelia sorprendió a Alemania tras ganarle con un marcador de 2-1, mientras que Austria venció a Chile por 1-0. En la siguiente etapa eliminatoria, Alemania venció a Chile con goliza (4-1), mientras que Austria derrotó a Argelia con marcador de 2-0.
En la fecha decisiva, y que fue el 25 de junio de 1982, para saber cuáles de los dos equipos pasarían a la siguiente ronda, Argelia venció a Chile con marcador de 3-2, y así ya contaba con cuatro puntos para buscar la clasificación. Después de ese partido, Alemania y Austria se enfrentaron para buscar colocarse dentro de los primeros dos lugares que les daría el pase a la otra ronda.
Austria ya también contaba con cuatro puntos tras vencer a Chile y Argelia, mientras que Alemania ya se encontraba prácticamente eliminada. Sin embargo, los teutones derrotaron con gol de Horst Hrubesch a Austria, y bastó esa anotación para que ambas escuadras avanzaran.
Después de ese gol de Hrubesch ya no hubo un solo tiro a puerta, y solamente los jugadores se pasaban la pelota de manera horizontal mientras los rivales hacían poco por buscar el balón. No hubo ya roces, y la gente lo percibió y ello causó la molestia de los argelinos, quienes treparon por las vallas con idea de interrumpir el partido. El público silbaba, sacaba pañuelos, gritaba “que se besen, que se besen, que se besen”.
Dado que ninguna norma impide ese tipo de acto de los equipos, la Federación Internacional de Futbol (FIFA) tuvo que establecer horarios unificados en los encuentros decisivos a partir de la siguiente edición en México 1986.