Francia vs Marruecos, una rivalidad más allá del terreno de juego

Qatar 2022

La política de visados del presidente Macron ha provocado una tensa relación entre Francia y Marruecos, que se enfrentan hoy por su pase a la Final

Francia vs Marruecos, una rivalidad más allá del terreno de juego (AP)
Horacio Besson
Ciudad de México /

Cuando este miércoles Francia y Marruecos se enfrenten en la semifinal del Mundial de Qatar, se estará librando en la cancha un choque deportivo que tiene un trasfondo más complejo a una simple batalla de futbol.

Buena parte del territorio de Marruecos estuvo bajo el "protectorado" (un eufemismo para evitar llamarle colonia) de Francia entre 1912-1956.

Aunque esas décadas provocaron tirantez entre ambos gobiernos, con el paso del tiempo han mantenido una excelente relación. Sin embargo, desde el año pasado la relación París-Rabat se ha desdibujado debido a la política de visados y de migración tomada por el gobierno de Emmanuel Macron.

Desde septiembre de 2021, Francia redujo a la mitad del número de permisos a los marroquíes, en una decisión calificada de "injustificada" por las autoridades de Marruecos.

¿Por qué la negativa de París? Las visas son el boleto para muchos marroquíes del "no retorno" y la oportunidad de permanecer de forma indefinida en Europa ante la resistencia de Rabat de aceptarlos de nuevo.

En la mira de la ultraderecha

En las últimas décadas, una buena parte de la Francia conservadora y católica, de centro-derecha y derecha, se ha desplazado al extremo con políticas radicales que tienen en la mira a los migrantes provenientes de África y de fe musulmana.

Las coincidencias quisieron que mientras se definían las semifinales y Francia se imponía a Inglaterra y Marruecos a Portugal, el partido Los Republicanos, del que surgieron los presidentes Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, llevara elecciones internas para elegir como su líder al diputado Éric Ciotti, bastante crítico de las leyes a favor de los migrantes.

Muchos temen que la derecha tradicional y moderada acerque sus posiciones a la visión de Marine Le Pen, que en las elecciones presidenciales de este año obtuvo 41.46 por ciento de los votos en segunda vuelta.

Y no es cualquier cosa que los políticos franceses coqueteen cada vez más con la ultraderecha en un país que recibe a la población de origen musulmán más importante de Europa.

Marruecos prepara 30 vuelos a Qatar para semifinal contra Francia del Mundial (Reuters)

De acuerdo a Pew Research Center y al Observatorio de la Laicidad, en el país europeo hay entre 6 y 8 millones de franceses de origen “árabe musulmán”, de una población total de 67.5 millones.

La mayoría de los migrantes y sus descendientes vienen de tres países del Magreb: Marruecos, Túnez y Argelia.

Se estima que los franceses de origen marroquí suman por lo menos dos millones en cuatro generaciones, con costumbres arraigadas y desde luego, con la fe musulmana como pilar de muchos de ellos.

Muchos africanos seguidores del islam (la mayoría de Argelia y Marruecos) se sienten discriminados: El País publicó en 2019 que “42 por ciento de los musulmanes franceses, sobre todo las mujeres que portan velo, ha sufrido algún tipo de comportamiento”.

Mucho es cuestión de percepción y distorsión: los atentados contra la revista Charlie Hebdo, la serie de ataques a bares y restaurantes parisinos en 2015, y el atropellamiento masivo en Niza un año después, dejando en los tres fatídicos eventos 229 muertos a manos de terroristas del extremismo musulmán, encendieron la islamofobia en Francia.

El otro lado de la moneda

También está el otro lado de la moneda: durante tres semanas, a partir del 27 de octubre de 2005, miles de jóvenes musulmanes descendientes de la diáspora magrebí hartos de la discriminación, la pobreza y falta de futuro, se alzaron contra las autoridades en las villas miseria en la periferia parisina: 10 mil autos calcinados y oficinas públicas incendiadas en más de un centenar de ayuntamientos.

Saint-Denis, una comuna en el cinturón que aprieta a la bella París, es el más musulmán de los barrios franceses. También es el que presenta la tasa de pobreza más elevada del país.

Así que cuando hoy el balón corra, muchos franceses con ascendencia marroquí no tendrán problema alguno para entender que, a nivel deportivo no tienen graves conflictos: llevan sangre y herencia de ambos paísesSin embargo, saben que a nivel político, cultural y social, hay todavía inmensas brechas.

FCM


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