Llegó el día. México debuta ante Polonia en el Mundial de Qatar, y en ese escenario, Guillermo Ochoa y Andrés Guardado habrán registrado su quinto Mundial, después de la hazaña de Antonio la Tota Carbajal y Rafael Márquez.
No ha sido fácil, porque realmente han tenido que recorrer varios años de sinsabores, sobre todo en el caso del portero, quien en su segundo Mundial, en Corea-Japón 2022, cuando todos veían que era su Mundial, el técnico Javier Aguirre se decantó por Óscar Pérez, un veterano para ese entonces.
“Es mi quinto mundial, soy un afortunado. Estar en un Mundial nunca es sencillo en un futbolista, hay jugadores que no pueden ir a ninguno. Vivir cinco es maravilloso, eso es magnífico. Quiero que este sea distintos, diferente y que sea el mejor de todo. En los entrenamientos., en un Mundial es fácil que los nervios se disparen, hay que buscar ayudar a los demás dándole un equilibrio emocional”, dijo Ochoa.
El primer Mundial de Ochoa y Guardado fue Alemania 2006, cuando ambos fueron convocados por Ricardo La Volpe en plena juventud. En el camino rumbo a ese torneo, La Afición platicó con ellos sobre sus ilusiones, por supuesto, ambos sabían que era complicado que les dieran minutos, pero también tenían claro que era el inicio de algo grande en su carrera. Andrés jugó ante Argentina en octavos de final, y dio un gran partido.
“Cada uno tiene su historia. En el 2014 fue especial, el de Camerún fue mi primer partido jugado en un Mundial, pero din duda el juego ante Brasil, el cero a cero marcó un antes y después en mi carrera, mucha gente lo recuerda. Quitarle esa imagen a la gente va a hacer difícil”, destacó Memo.
Del otro lado, Andrés también se convirtió en referente y en uno de los capitanes del conjunto nacional. Hoy llega ya con 36 años, y varias lesiones a cuestas en los últimos años, que lo han disminuido en lo físico, pero eso sí, en cuanto a calidad, no hay discusión. Es uno de los mexicanos constantes en Europa, que ha luchado por mantener el sueño de jugar en un alto nivel.
MGC