A pesar de ser una de las glorias de la selección turca, máximo goleador histórico y segundo jugador que más partidos disputó defendiendo los colores de su país, Hakan Sakur tuvo que abandonarlo todo para convertirse en chofer de Uber en Estados Unidos.
Sakur alcanzó la máxima gloria, y el mejor resultado de Turquía en un Mundial, durante Corea-Japón 2002 donde encabezó a su país como capitán para alzar en el tercer lugar al vencer a Corea del Sur, además de que fue el jugador que ha marcado el gol más rápido de la historia a tan solo 11 segundos de haber iniciado el partido ante Corea.
Seis años después, Hakan Sakur se retiró de las canchas para incursionar en la política. De la mano del partido AKP se sumó al parlamento turco, cargo al que tuvo que dimitir por supuesta corrupción provocando la ira del presidente de ese momento Recep Tayyip Erdogan.
La relación con el gobierno fue empeorando, pues congelaron sus activos y su familia fue acosada, sobre todo su padre que fue encarcelado (más tarde fue liberado pues padecía cáncer). Por lo que tuvo que huir a Estados Unidos.
Pero las desgracias no pararon ahí. En el 2016 Erdogan tuvo un intento de golpe de estado, el gobierno culpó al opositor Fethullah Gülen y al ex futbolista. Al enterarse, lo insultó en redes sociales por lo que ahora no puede regresar a su país porque hay una orden de arresto que lo espera.
Luego de un intento fallido de un negocio en California, Sakur se mudó a Washington en donde hasta diciembre de 2021 logró sobrevivir como chofer de taxi.
“No tengo nada más, Erdogan me quitó todo. Mi derecho a la libertad, mi derecho a expresarme y mi derecho a trabajar”, dijo el ex seleccionado al Daily Mail.
DAO