Si hay un momento que le gustaría borrar de su historia deportiva a la leyenda Hugo Sánchez podría ser el no haber cobrado el penal ante Alemania durante México 86.
Para muchos, como el portero Pablo Larios, fue una forma de evitar la presión de cobrar el tiro de castigo, pero esa decisión valió la eliminación de México luego de que Alemania acertó todos sus cobros, mientras que por los tricolores solo anotaron Manuel Negrete y fallaron Fernando Quirarte y Raúl Servín.
Este momento dejó un estigma profundo en la selección mexicana que hasta la fecha parece vigente, pues ni siquiera el jugador que llegaba como ídolo del Real Madrid – donde tuvo una racha récord de cuatro temporadas seguidas como máximo artillero de la liga española - logró llevar a cuartos de final a su escuadra.
Para llegar a esa posición, la escuadra tricolor primero venció a Bélgica 2-1, empató a 1 con Paraguay, venció a Irán por la mínima diferencia. Venció 2-0 a Bulgaria y cayó ante Alemania.
En su momento, Sánchez insistió en que los calambres obedecieron a un partido de alta exigencia con una temperatura superior a los 40 grados “Me sentí impotente. Era uno de los lanzadores designados y fue terrible no poder aportar mi granito de arena”, declaró para “La voltereta de Hugol, el rey del gol en un toque”.
Sin embargo, el fallar un penal ante Paraguay, durante la fase de grupos, taladró en la confianza de Hugo y fue la posible razón por la cual aparecieron esos “calambres”.
“Fue algo bueno en un aspecto, porque mostró a todos que simplemente era humano. Había ganado todos esos títulos con el Madrid y la gente pensaba que era un superhombre. Odiaba fallar penales, pero en ese sentido fue positivo para mí”, declaró en una entrevista con la FIFA.