Antes de cada partido, ya sea en los polvorientos campos de San Isidro de El General Pérez Zeledón, o en la alfombra verde del Santiago Bernabéu o del Parque de los Príncipes, se ha visto la figura hincada de un portero con los brazos al cielo… agradeciendo a su fe los logros que ha obtenido. No por nada pasará a la historia como el mejor jugador de Costa Rica y como uno de los tres mejores de toda el área de la Concacaf. No por nada a Keylor Antonio Navas Gamboa bien se le conoce como el portero de Dios.
Sí, lo de Keylor Navas siempre ha sido un acto de fe, pero también de mucho trabajo, disciplina y, por supuesto, talento. Muy temprano aprendió que la vida exige esfuerzo y sacrificio, separándose de sus padres, quienes se fueron a buscar el sueño americano, para quedarse al cuidado de los abuelos.
Fue un niño que creció con el balón pegado a los botines cuando trató de ser delantero o mediocampista, luego comprendió que la pelota en sus manos era la mejor opción para su futuro; sin embargo, el inicio no fue fácil, rechazado en un primer intento en el equipo de pueblo por su complexión física, Navas demostró que el talento no tiene una talla especifica.
Se hizo popular y un ojeador lo invitó a probarse al Saprissa, el equipo más importante de su país; no lo dudó y pese a las grandes distancias que había que atravesar, Keylor cumplió su proceso formativo y debutó en el futbol profesional, ganando hasta cinco títulos con este club.
Llegó entonces una oportunidad única, la de dar el salto a Europa con el Albacete de la Segunda División de España. No dudó. Y aunque el equipo perdió la categoría, el portero fue cedido a préstamo al Levante de Primera.
Ahí vino su explosión. Luego de una temporada en la que esperó paciente, en la segunda conquistó el premio a mejor portero de la Liga. Lo mejor estaba por venir.
Leyenda merengue
A mediados de 2014 se dio la mejor noticia de su vida: el Real Madrid compraba sus derechos. Y ahí fue una eterna batalla; a la par que cumplía con buenas actuaciones, conquistando títulos y ganándose el cariño de la gente, también estuvo en el punto de mira para dejar su lugar a algún portero más mediático. Resistió, siempre aferrado a su fe. De esa manera llegaron tres Champions League, cuatro Mundiales de Clubes, una Liga española y una Supercopa.
Pero todo inicio tiene un final y Keylor se marchó en 2019 ya con la etiqueta de leyenda. Su nuevo destino fue el Paris-Saint Germain, otra vez batallando como ha sido toda su vida.
El pilar de Costa Rica
Y desde ya Keylor Navas es considerado el mejor futbolista en la historia de Costa Rica. Figura indiscutible en la mejor actuación del país centroamericano en una Copa del Mundo, como fue el llegar a cuartos de final –el gran sueño de México– en Brasil 2014, donde fue considerado una de las figuras del torneo.
Regresó para Rusia 2018, pero ya el funcionamiento no fue el mismo y Costa Rica quedó en la fase de grupos del torneo; ahora, previo a Qatar, el conjunto tico tuvo muchos problemas para clasificar, pero Keylor y los viejos caudillos lograron la proeza de meterse a través de la reclasificación. Sí, Navas estará en las canchas árabes del suelo qatarí, hincado y dedicándole a Dios una Copa del Mundo más.