Ante el ocaso de las carreras de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, quienes han dominado los últimos 15 años como los mejores futbolistas del mundo, una nueva figura desde París levanta la mano para reclamar ese trono: Kylian Mbappé. Sí, el francés que se ha obsesionado con ganar ya su primer Balón de Oro sabe que el Mundial de Qatar 2022 puede ser el punto de inflexión para comenzar su reinado.
Entre la violencia y la música
El 20 de diciembre de 1998 –seis meses después de que Francia se coronara campeona del mundo de la mano de Zidane, Blanc, Vieira, Barthez, Thuram, Henry y su ahora técnico Didier Deschamps– Kylian Mbappé nació en el suburbio de Bondy al noreste de París, Francia, un barrio destruido por violencia y los disturbios.
El momento más álgido llegó en 2005, cuando ocurrió un motín muy violento en el cual hubo quemas de vehículos y edificios públicos, ante tal escena de violencia, el padre de Kylian, Wilfred Mbappé (de origen camerunés), quien era entrenador de futbol, y su madre Fayza Lamari (originaria de Argelia), quien era una exitosa jugadora de balonmano, cuidaron la integridad de su hijo, quien se refugió en el balón al grado de obsesionarse con el futbol. “Kylian ha sido más que un apasionado del futbol, creo que está loco”, dijo su padre.
El sueño de Kylian Mbappé de convertirse en futbolista profesional comenzó desde muy pequeño, una historia muy similar a la del personaje principal de la caricatura “Los Supercampeones”, Oliver Atom, ya que el delantero francés desayunaba, comía, cenaba y dormía junto a un balón, el cual era su escapatoria de los conflictos que se vivían en su entorno.
Mbappé no solo disfrutaba del futbol, sino también de la música, ya que estudió en la escuela de música de conservatorio de los seis a los once años y aprendió a leer música, tocar la flauta y cantar (estuvo en el coro de su escuela), el cual es su pasatiempo después del futbol.
Una vida consagrada al futbol
Los padres de Kylian no lo dejaban asistir a fiestas infantiles o salir a jugar con otros niños, se enfocaron a que el pequeño conociera a grandes estrellas del futbol, el primero fue Thierry Henry, la segunda estrella fue Zinedine Zidane, ambos sin saber que estaban frente a uno de los mejores jugadores el mundo.
Ya entrado a la pubertad inició un viaje para conocer a grandes equipos de Europa, donde el Chelsea le rompió el corazón, pero posteriormente fue invitado por Zinedine Zidane a conocer el Real Madrid, donde jugaba su ídolo Cristiano Ronaldo (tenía su cuarto repleto de posters del astro portugués).
Posteriormente y ante las fallidas negociaciones con clubes europeos, Mbappé se instaló en el Mónaco donde rápido se graduó y eso lo llevó al PSG, donde ahora ha renovado su contrato, dejando plantado al mismísimo Real Madrid.
ZZM