Luka Modric es considerado uno de los mejores mediocampistas de la historia. A sus 36 años va por su cuarta participación en una Copa del Mundo después de empezar como suplente en Alemania 2006, hasta lograr el subcampeonato mundial en Rusia 2018 como capitán. Ha logrado todos los reconocimientos a nivel clubes con el Real Madrid, cinco veces campeón de la Champions League, pero también presume un Balón de Oro e innumerables reconocimientos individuales a nivel nacional, confederación y mundial.
Sus habilidades en la creación de juego y velocidad son bien conocidas y su carisma es de llamar la atención considerando lo que tuvo que atravesar en su infancia. Luka Modric nació un 9 de septiembre de 1985 en Zadar, Croacia como parte de una familia de refugiados que huyó de los serbios durante la guerra en Bosnia, pero donde los conflictos bélicos persiguieron su entorno y desarrollo. Tuvo que experimentar también los terribles eventos durante la guerra de independencia en Croacia y lo hacía mientras no se despegaba del balón y jugaba en el estacionamiento del hotel donde tenía que vivir con sus padres.
De un físico delgado y sin estatura en su niñez, cuando comenzó a probarse con canteras fue rechazado por el juicio hacia sus atributos físicos. No sería hasta los 16 años en 2002 cuando llegó la oportunidad de pertenecer al Dinamo Zagreb y desde ahí comenzó a callar bocas. Una década después, el Real Madrid lo fichó por 35 mde ya que Luka había brillado por cuatro temporadas con el Tottenham Hotspur, a quienes regresó a una aparición en Champions League tras 50 años de ausencia.
Antes, en 2008, pocos recuerdan que estuvo cerca de fichar por el Barça, pero más bien fue en su debut con el Real Madrid en la vuelta de la Supercopa cuando más cerca estuvo del club culé, como su rival. Una década después llegó parte de su consagración. Con 694 minutos disputados en Rusia 2018, el jugador con más participación en dicho Mundial, Modric merecidamente se convirtió en el único croata en ganar un Balón de Oro en una Copa del Mundo y por lo mismo eventualmente llegó el Balón de Oro y el FIFA Best Player of the Year. Con estos reconocimientos rompió una racha de una década en que solo Cristiano Ronaldo y Messi ganaban el ansiado galardón. Pero no todos los futbolistas juegan a dos pies y no hubo polémica con el premio.
No hay duda que es el mejor talento que su nación ha dado, pero también deja un legado con su humildad. Quizá se deba al contexto en el que creció y lo que su familia tuvo que atravesar, Modric es reservado en su vida personal, pero ha buscado no ser visto como un modelo o celebridad, solo como futbolista “Yo solo siempre trato de hacer lo mejor en el campo. No soy modelo ni nada. Soy un jugador de futbol”.