Si hablamos de Mário Jorge Lobo Zagallo, nos referimos a una auténtica leyenda del futbol mundial. El brasileño ostenta el récord de ser campeón del mundo en cuatro ocasiones, en tres facetas de su vida: dos como jugador, una como seleccionador y la última en calidad de ayudante técnico.
Conocido como el Velho Lobo (Viejo Lobo, en portugués), nació el 9 de agosto de 1931 en Maceió, una ciudad ubicada en la costa central de Brasil. Como jugador, debutó con el América do Río (1948-1949) y jugó con Flamengo (1949-1958), Botafogo (1958-1965) y la selección de Brasil (1958-1964).
Lo interesante es que Zagallo, que se desempeñaba como extremo por izquierda, no había figurado con la Canarinha hasta un mes antes de comenzar Suecia 1958, en donde logró meterse al convencer a Vicente Feola de llevarlo al país escandinavo, en donde fue titular en todos los partidos y, junto a un joven Pelé de 17 años, se proclamó campeón del mundo por primera vez, con uno de los cinco goles en la final contra el anfitrión.
El Velho Lobo logró su pase al Mundial porque Feola cambió la alineación de 4-2-4 al 4-3-3 para llevarlo para desempeñarse tanto en el extremo izquierdo como de centrocampista, ganándole la batalla a Pepe (José Macia), quien jugaba en el otro esquema.
Cuatro años después, en Chile 1962, también se metió de último momento a la convocatoria de Aymoré Moreira. Anotó un gol en el torneo, en el partido inaugural ante México (victoria 2-0).
Para la Copa del Mundo de México 1970, Zagallo tomó un nuevo rol en su carrera: el de seleccionador, el cual aceptó ante la salida de João Saldanha, quien renunció al señalar presión por parte de los jugadores para ser convocados. Encargado de la parte táctica por Brasil y con Pelé como principal referente, Zagallo fue la primera persona que ganó el Mundial tanto como jugador como entrenador.
Por si no resultara suficiente, fue el coordinador técnico de Carlos Alberto Parreira en el Mundial de Estados Unidos 1994, con lo que formó parte del equipo de trabajo y, en consecuencia, también se le considera dicho Mundial dentro de su historial.
La Copa que no le cuentan
Para Corea-Japón 2002, Luis Felipe Scolari lo llevó en plan de apoyo motivacional, por lo que estuvo en el banquillo junto a jugadores y técnicos. Brasil, que venía de una clasificación difícil y con mucho escepticismo, ganó aquella copa de manera invicta y muchos se lo atribuyen a la presencia de Zagallo.
El problema es que dicha Copa no se la consideran ya que su puesto no fue como parte del cuerpo técnico, por lo que la marca se ha quedado solo en cuatro Mundiales.
FCM