El 17 de junio de 2018 la Selección Mexicana hizo su presentación en el Mundial de Alemania, en un ambiente un tanto enrarecido por el hecho de que el equipo de Juan Carlos Osorio no transmitía las mejores garantías, el hecho de que el estratega colombiano le moviera tanto a sus alineaciones generaba escepticismo sobre los alcances que el equipo mexicano pudiera tener, encima enfrente estaba Alemania, una potencia histórica que llegaba con la etiqueta de campeón del mundo.
Sin embargo, el equipo mexicano mostró personalidad, le compitió de tú a tú a los alemanes, hubo momentos de tensión, en los que Guillermo Ochoa dio la cara y evitó una y otra vez el peligro. Y al minuto 35 llegó el momento de éxtasis, un gol de Hirving Lozano en un vibrante contragolpe puso a México por delante.
A partir de ahí la resistencia de México fue perfecta, contuvo a los alemanes y se perdió oportunidades de aumentar la ventaja. Al final los tres puntos aumentaron la ilusión de la afición mexicana, el equipo de Osorio daba un golpe de autoridad como nunca antes en una Copa del Mundo.
Y el ánimo nacional aumentó aún más cuando en la segunda fecha se logró otro triunfo, ahora por 2-1 sobre Corea del Sur con anotaciones de Carlos Vela y Javier Hernández, eran los momentos en los que todo era felicidad, pero después todo empezó a derrumbarse.
En el cierre de la fase de grupos México se midió ante Suecia, un empate le bastaba para lograr el liderato del grupo y librarse de Brasil, pero no pudo ser, el equipo mexicano fue goleado por los suecos por 3-0 y terminó cruzando los dedos para no quedar eliminado, por lo que en octavos se midió ante la Canarinha y ahí se repitió la historia de siempre. El Tricolor perdió por 2-0, y de vuelta a casa en la misma instancia de los últimos 24 años.
Así contamos el histórico triunfo sobre Alemania.
El Tricolor logró el triunfo soñado
Contra todos los pronósticos, la selección mexicana hizo un gran juego y derrotó a Alemania, la actual campeona del Mundo, con una anotación de Hirving Lozano; ahora, el objetivo es terminar como primero de su grupo
Minelli Atayde
Rusia
Las lágrimas de Javier Hernández rodaban a un lado del abrazo que se daban Juan Carlos Osorio y Rafael Márquez. Enfrente de ellos Carlos Salcedo mostraba el músculo, mientras Guillermo Ochoa miraba hacia el cielo con aspecto incrédulo. México le ganó 1-0 a Alemania, el actual campeón del mundo,
con un futbol dinámico y vertical en el primer tiempo, y muy inteligente en el segundo. Histórico.
Los rostros de felicidad en el Estadio Luzhnikí eran la constante. Y los jugadores fueron a celebrarlo con su gente. El Tricolor gustó en el primer tiempo, brilló de la mano de Hirving Lozano, el mejor futbolista que tiene el combinado en la actualidad, y no solo por el gol, sino por la personalidad que se le ve dentro de la cancha.
No podía ser otro el que desatara el momento más pasional de los mexicanos en el duelo contra Alemania. Al minuto 35 Lozano recortó bien a Özil y, con toda la frialdad, se paró frente a Neuer para concretar el gol que tanto habían buscado. Juan Carlos Osorio cerró los puños, se agachó y comenzó a balancear los brazos ante la mirada de Oribe Peralta y Marco Fabián. Enseguida, corrió a su banca, tras unos instantes salió y le dio indicaciones a Ochoa.
Por cierto, el colombiano se inclinó por salir con dos contenciones. Un sistema que había ensayado en los entrenamientos, pero en los que también en varias ocasiones se le vio con uno solo… se consumieron los minutos. No hubo más. Sí, este Tricolor en el que pocos confiaban; sí, el de las rotaciones de Juan Carlos Osorio, dio la primera sacudida del Mundial. Venció al campeón y favorito Alemania y ahora tiene en sus manos la posibilidad escribir una historia distinta.
MGC