De las ausencias de México en Copas del Mundo, la de Alemania 1974 es una de las que más morbo y misterio genera, ya que se habla mucho de que el Tricolor fue víctima de brujería, aunque también se hablaba de que esto se dijo para tratar de calmar los ánimos ante el fracaso que supuso perderse la cita mundialista.
De por sí nuestro país vivía momentos difíciles en la clasificación de Concacaf, en la que se les dio un solo boleto para la Copa del Mundo. En la ronda preliminar, México avanzó sin problemas en la Zona de Norteamérica, con cuatro victorias, dejando en el camino a Canadá y Estados Unidos.
El Campeonato de Naciones de Concacaf de 1973 sirvió como la ronda de clasificación, con seis equipos aspirantes y solo un afortunado en llegar a Alemania. Se celebró del 29 de noviembre al 18 de diciembre de 1973 en Puerto Príncipe, Haití, lo cual levantó muchas sospechas y alimentó los rumores de brujería y vudú.
A pesar de que el Tricolor llevó a jugadores como Antonio de la Torre, Genaro Bermúdez, Javier Sánchez Galindo, Leonardo Cuellar, Rafael Puente, Javier Guzmán, Guillermo Hernández, Fernando bustos, Enrique Borja, Manuel Lapuente y Héctor Pulido, fueron incapaces de llevarse el título ante los anfitriones, que han ido una sola vez a una Copa del Mundo en 1974. Nuestra selección se quedó en el camino junto con Trinidad y Tobago, Honduras, Guatemala y las Antillas Neerlandesas.
México, dirigido por Javier de la Torre, vivió una experiencia complicada ante el ambiente hostil en Haití. De acuerdo con la revista Soccermanía, los jugadores habrían sido recibidos en el país con una ceremonia vudú, en la que sacrificaron animales, les cantaron oraciones y trataron de intimidarlos.
Lo que bien pudo ser brujería, más bien pudo deberse al factor mental, aunque la leyenda también se alimenta con que algunos de los jugadores de México sufrieron lesiones repentinas, aparentes borracheras en las concentraciones y un arbitraje poco imparcial. La lesión de Ignacio Calderón con una botella de refresco alimenta el mito urbano.
Pero los resultados no estuvieron de su lado. Empataron sin goles ante Guatemala y luego se lesionó Rafael Puente, su segundo portero, por una torcedura de cuello. Horacio López Salgado, Enrique Borja, Héctor Pulido, Ricardo Chavarín y José Delgado fueron otros de los que presentaron molestias físicas.
Ante Honduras, volvieron a igualar, esta vez por 1-1. Parecía que recuperaban el rumbo al golear por 8-0 a las Antillas Holandesas. Pero después de esta victoria, perdieron concentración y la selección fue a una destilería de ron, en donde les regalaron muchas botellas.
Con dos partidos pendientes y Haití con ocho puntos (cuatro victorias); obligaban a un triunfo del Tricolor ante Trinidad y Tobago. Pero el país caribeño humilló 4-0 a México, que tuvo muchas carencias por lesiones. Aquella derrota, junto con el triunfo 2-1 de Haití sobre Guatemala, dejó sin posibilidades a la escuadra azteca de calificar al Mundial. De nada sirvió ganarle por la mínima a Haití en la última jornada, ya que el boleto ya tenía dueño.
AGB