El Mundial de Alemania 2006 quedó marcado por el adiós de una de las más grandes figuras del futbol mundial y no solo por su adiós, sino porque no logró irse por la puerta grande, sino por la de atrás.
Francia llegó hasta la Gran Final de la Copa del Mundo de la mano de una de las más grandes leyendas del futbol mundial y francés, Zinedine Zidane, quien estuvo cerca de ganar su segundo mundial, pero el destino le tenía preparada una dolorosa sorpresa.
Los galos iniciaron con el pie derecho, pues tras un despeje largo Fabien Barthez, Thierry Henry prolongó de cabeza para Florent Malouda, quien entró completamente solo para encarar a Buffon, pero Marco Materazzi derribó al camisa ‘7’, por lo que el nazareno marcó penalti. Zizu tomó el esférico, lo colocó en el manchón y se perfiló. Corrió el esférico pareciendo que fusilaría a Buffon, pero lo sorprendió cobrando a lo Panenka. El esférico se estrelló en el travesaño, pero picó dentro de la portería. Genialidad de Zidane, la cual no le sirvió de mucho, pues también sacó el demonio que llevaba dentro.
Diez minutos después de la obra maestra del francés. Materazzi lavó su error. Andrea Pirlo cobró un tiro de esquina a segundo poste justo a la llegada de Marco, quien le ganó por lo alto a toda la defensa francesa y metió un certero cabezazo para poner el 1-1, marcador con el que culminó el tiempo regular y tiempos extras, por lo cual se fueron a la definición en penaltis.
Antes de llegar a esa instancia, Materazzi y Zidane, se enfrascaron en un diálogo luego de varios choques, por lo que Zizu le habría dicho a Marco: “Te daré mi camiseta más tarde”, a lo que Materazzi respondió: “Prefiero a tu hermana antes que tu camiseta”, situación que desató la ira del galo, quien le propinó un cabezazo en el pecho por lo que se fue expulsado y vio a la Azzurri coronarse campeona.
Lo ocurrido con Zizu es lo más recordado y significativo de la Copa del Mundo, donde el campeón fue Italia, Miroslav Kloese fue campeón de goleo con cinco goles, ganando de igual forma la Bota de oro, mientras Zizu se fue con el Balón de Oro.
De las curiosidades que más resaltaron en la edición XVIII de la Copa del Mundo, Suiza fue la única selección que fue eliminada de la justa mundialista sin recibir ninguna anotación, mientras Trinidad y Tobago no marcó ni un solo tanto durante sus tres encuentros de fase de grupos.
En este certamen cayó el gol dos mil, el cual fue anotado por el sueco Marco Allback. Este tanto se lo anotó a Inglaterra al minuto 51’, duelo que culminó 2-2.
De igual forma, el duelo entre Países Bajos y Portugal fue el encuentro más violento en la historia de los Mundiales, pues el encuentro culminó con 16 amonestados y cuatro expulsados.
DAO