Esta rivalidad nació en el vestidor de la Selección Mexicana durante las concentraciones para el Mundial de 1986. Reconocidas fuertes personalidades, por una buena cantidad de años Hugo Sánchez y Tomás Boy, que en paz descanse, alimentaron un disgusto que hasta la fecha se recuerda por una competencia que trasladaron incluso como comentaristas en televisión.
La personalidad dentro y fuera de la cancha del mediocampista Tomás Boy le valieron la capitanía para la justa mundialista en casa, pero el ascenso al estrellato de Hugo Sánchez en el Real Madrid no fue fácil de manejar para el seleccionador Bora Milutinovic, que además con el boleto ya en mano no requería de un jugador en Europa para los encuentros de preparación.
La convocatoria de Hugol al TRI se dio a escasas semanas del arranque de la Copa del Mundo y al querer la capitanía del combinado, comenzaron las tensiones, pero el jugador de Tigres tenía la confianza de Bora incluso para el cobro de penales, otro de los temas que ocasionó la rivalidad “Hugo Sánchez era tan tonto en su forma de actuar que quería ganarse a los compañeros con los que yo llevaba un año trabajando. Él llegó de España en la parte final y pidió que no estuviera en la recepción que le hicieron en el Centro de Capacitación. Él lo quiso así. No yo. Bora me dijo que me fuera a espiar a Irak con Mario Velarde a Toluca (...) Por más que no lo quisiera Hugo, yo, Tomás Boy, era el capitán”, aseguró en un entrevista con el escritor Carlos Barrón.
El choque de egos era evidente y así pasó el tiempo. Años más tarde en Futbol Picante, Hugo confirmó que quería ser capitán pero que le dijeron que por su fama, podría ocasionar muchos celos en el vestidor si se la entregaban. Desafortunadamente ninguno de los dos pudo estar presente en los definitivos penales ante Alemania, cuando más se les necesitaba. Tomás Boy salió por desgarre y Hugo Sánchez por calambre antes de los 90 minutos en esos cuartos de final.