La selección portuguesa, guiada por su capitán Cristiano Ronaldo, que va a disputar su quinta Copa del Mundo, llegó en la noche del viernes al sábado a Doha, a menos de 48 horas del inicio del torneo.
El bus de la delegación portuguesa llegó después de medianoche al lujoso hotel situado a una treintena de kilómetros al oeste de Doha, campo base de la Seleçao, aclamado por varios cientos de aficionados que agitaban banderas y bufandas, comprobó la AFP.
"Somos un país pequeño, pero se van a acordar de nosotros, es nuestro año", dijo Raquel Madeira, de 33 años, una portuguesa residente en Qatar.
"No es solo la Copa del Mundo de Ronaldo, sino la de todo Portugal", añadió a su lado su compatriota Diane da Silva, de 34 años. "Son un equipo, son profesionales, van a estar concentrados en el objetivo" sin dejarse distraer por la tormenta que trajo hace días las declaraciones de CR7 sobre su relación con su club, el Manchester United.
Portugal llegó a Qatar el día después de vencer en su último partido de preparación a Nigeria (4-0), el jueves en Lisboa.
Ronaldo no jugó ese partido por problemas gástricos, pero fue protagonista toda la semana por una entrevista difundida por partes, en la cual acusó al United de "traición" y dedicó duras palabras a su entrenador, Erik Ten Hag.
El astro luso, de 37 años, y su rival de siempre, el argentino Leo Messi, se convertirán en Qatar en el quinto y sexto jugador en disputar cinco Copas del Mundo (después de 2006, 2010, 2014 y 2018).
Portugal debuta el próximo jueves ante Ghana. Favorita en el grupo H, la Seleçao chocará posteriormente con Uruguay (28 noviembre) y terminará contra Corea del Sur (2 diciembre).
DAO