Agustín Marchesín se despidió de América, pero antes de irse, fue claro y dijo que si en él estuviera elegir a quién será su sucesor, sin ninguna duda se inclinaría por Guillermo Ochoa.
“Como arquero me gustaría que viniera Memo; sería la frutilla del postre. Es un portero que ha dejado mucho, es un emblema en México y es una oportunidad que ojalá pueda tomar”, dijo el argentino.
La directiva azulcrema ya está explorando el mercado, analiza sus opciones, y mientras las concreta, para el partido contra Tijuana de este sábado, el titular será Óscar Jiménez.
Por la mañana, Marchesín llegó a Coapa, pero ya no entrenó a la par de sus compañeros. Fue hasta pasadas las dos de la tarde cuando América hizo oficial el fichaje en su cuenta de Twitter. Salió para ultimar detalles y por la tarde regresó para ofrecer una conferencia.
Estuvo acompañado por su familia. “Venir acá fue lo mejor que me ha tocado vivir en mi carrera. Era el sueño mío y de mi familia llegar a semejante club. Me voy feliz por eso, logramos objetivos grupales, tratamos de competir al máximo. Cuando me fui de Lanús me costó mucho, en Santos también, pero lo tomé más tranquilo. Ahora, me dolió mucho. Baños entendió mi punto de vista y los dirigentes hacen más grande aún a este club. Es un club que es muy difícil dejar, pero es una gran oportunidad la que se me brinda”.
Añadió que se va “más maduro, tengo un hijo mexicano y eso hace que me cueste dejar el país que desde el primer día me ha tratado muy bien, el día de mañana le voy a poder decir a mi hijo que jugué en el más grande de su país y eso me llena de satisfacción y orgullo, me voy feliz porque a veces no es cómo llegas sino cómo te vas. Siempre di todo, pero ni los tres campeonatos alcanzan a devolver todo lo que este club me ha dado”, dijo.
Así acabó el ciclo de Marchesín en América, fue corto, pero exitoso. No habrá más Marche y eso preocupa al americanismo, la directiva tiene va a contracorriente para encontrar a su relevo, algo nada fácil, pero que es urgente dar con él.