América 1-3 Pachuca; las Águilas, en estado de coma a una semana del Clásico Capitalino

Los Tuzos vinieron al Azteca a mostrar personalidad y se llevaron un triunfo que deja al América en su peor momento de los últimos años

América perdió en la jornada 6 ante Pachuca en la Liga MX (Imago7)
Higinio Robles
Ciudad de México /

América no tiene pies ni cabeza y hasta parece ser que tampoco sentido común. Atraviesa un cúmulo de situaciones anímicas y futbolísticas que mantienen al equipo en trance, no se asoma una luz de cambio que invite al optimismo, partido a partido aparecen más detalles que dejan mal parado a todo el equipo. La derrota 1-3 con Pachuca agrava una crisis que pudiera necesitar medidas extremas.

En un juego clave para buscar reengancharse al torneo, simplemente el equipo de Santiago Solari fue rebasado por un Pachuca que tiene mejor estado de forma, Guillermo Almada le ha dado la forma que pretende a los Tuzos, la misma de la que no hay visibilidad en el conjunto azulcrema.

Aunque pareció tener una cuota de insistencia en el inicio del partido, América se fue diluyendo como terrón de azúcar. Pachuca se plantó con personalidad en e Azteca, esa personalidad que no tienen las Águilas y que debe ser algo preocupante.

El primer (y único) aviso de América llegó al 13’, en un tiro de Diego Valdés que fue desviado por Óscar Ustari, pero el cuadro de Coapa no pudo tener continuidad en su juego, empezó a ser rebasado, sobre todo en el centro del campo donde Solari puso como medio de contención a Miguel Layún, una apuesta que no le funcionó y en varios momentos a Layún se le veía desesperado.

Pachuca marcó el ritmo del partido en e Azteca y al 27’ aprovechó que las Águilas quedaron mal paradas, los Tuzos montaron una rápida transición, con Jorge Sánchez y Meré fuera de sus puestos, Avilés asistió a Nico Ibáñez y el argentino con un tiro cruzado venció a Ochoa.

No hubo reacción de América, este equipo también ha perdido ese arrebato que debe mostrar por naturaleza, de hecho fue Pachuca el que falló un par de ocasiones que pudieron terminar en gol. Pero así como las Águilas no reaccionaron, los Tuzos no perdonaron.

Otra jugada por banda derecha, otra vez mal posicionados y Víctor Guzmán tocó para Avilés, quien tuvo todo el tiempo de mundo -por la falta de un marcador- para controlar, perfilarse y disparar con la derecha y poner la pelota pegada al palo. Al 40’, América era un equipo agonizante.

Los de Coapa se fueron al descanso abucheado por su afición, síntoma perfecto de que no gusta lo que se ve en el campo. Tras la vuelta de los vestuarios, Solari apostó por Juan Otero, el colombiano entró por Fuentes, reconfiguró el ataque y avisó que no estaba muerto.

Tras una recuperación de Richard, Diego Valdés asistió a Henry y el delantero yucateco reventó la pelota con la derecha para hacer vibrar el Azteca al 55’. Parecía que las Águilas resucitaban, porque Roger tuvo otra buena acción que Ustari repelió, y luego Henry dejó ir el empate cuando se llenó de balón, no supo qué hacer en el área y terminó regalando la pelota.

Del posible empate de América, se pasó al tercero de Pachuca, los Tuzos no se estresaron, aguantaron esos minutos en los que los azulcremas parecían mostrar orgullo, pero de nuevo los errores fueron cruciales. Roger perdió en medio campo el balón con Luis Chávez, quien avanzó franco hacia la portería, y cuando llegó a los linderos del área tocó para Víctor Guzmán y el Pocho se dio el lujo de driblar a Ochoa y después tirar cruzado para marcar el 1-3.

América no tiene rumbo, es un equipo sin alma, el torneo está siendo desastroso, a nivel defensivo y ofensivo. El Solarismo está en una crisis grave que seguramente tendrá consecuencias, la próxima semana visita Ciudad Universitaria, donde puede caer aún más bajo.


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