Acierto y error, así se definió el clásico entre América y Pumas, con un principio básico del futbol. Lo ganaron las Águilas 2-0 por la decisión de Richard Sánchez de ir a presionar una pelota, de robarla y de pegarle a gol con fe y por aprovechar cuando su rival estaba volcado para liquidarlo en un contragolpe. Lo perdieron los universitarios por el yerro de Jerónimo Rodríguez en una salida que parecía de trámite y entregar la pelota con suma facilidad, y por la falta de tino a la hora de ofender. América recupera la sonrisa y Pumas acaba con amargura.
Fue Pumas el que tuvo un mejor inicio, el equipo de Andrés Lillini entendió a la perfección de lo que se trataba este partido, así que salió a jugar al tú por tú con el América, sin mirar la tabla general. Puso intensidad y también buen futbol, apenas en las primeras pulsaciones tuvo una llegada con un centro de Mozo que Rogerio no alcanzó a cerrar.
América no se había metido al juego, Pumas se lo llevaba en pulsaciones, tenía el corazón acelerado el cuadro universitario que logró poner en posición de disparo a Meritao, pero el tiro del brasileño fue débil y muy cruzado. Se notaba con más seguridad Universidad, pero América fue emparejando las evoluciones.
No se había acercado el cuadro de Coapa con peligro al arco de Talavera, pero en la primera seria mandó la pelota al fondo, pero la felicidad de Viñas se apagó con el fuera de lugar señalado desde la banda.
El partido entró en una fase de músculo, los dos competían y los dos erraban, los dos intentaban, pero ninguno progresaba con peligro. La volvió a tener Pumas en una buena jugada en la que Rogerio centró y Favio Álvarez cabeceó por un costado.
Fue cuando vino el gol de las Águilas, una acción en la que se conjuntaron el infortunio y la estética. Pumas perdió el balón en la salida, Jerónimo Rodríguez le regaló el balón a Jorge Sánchez, el volante paraguayo aprovechó el yerro del zaguero universitario y golpeó la pelota con la pierna derecha, altura y efecto necesario para dejar sin opciones a Talavera, quien venía en el recorrido natural. Al 35’, las Águilas se ponían por delante.
Se soltó el cuadro azulcrema y se desnortó el universitario. Talavera tapó un tiro de Fidalgo y en una contra Viñas se quedó a nada de cerrar un buen centro de Reyes. Universidad se fue cabizbajo al vestuario. Para el complemento Lillini mandó a Battocchio y Lira para tener más peso en medio campo.
Aumentó la intensidad, por la necesidad de Pumas de ir al frente y porque América también dio un paso al frente. Buen intercambio de golpes y casi lo empata Universidad en un pase de Battocchio para Rogerio, el brasileño le pegó elevado con la zurda, Ochoa ya estaba fuera de combate, pero la bola se quedó en el palo.
Los dos se fajaron. Ochoa salvó el empate en un buen tiro de Saucedo. Fue un cierre a corazón abierto, digno de un clásico. Los de Coapa apostaron por cerrar fuerte en defensa, Universidad fue a trompicones en busca del empate, pero las Águilas lo liquidaron en un contragolpe con un gol de Mauro Lainez. América se llevó la victoria, frenó su bache y sigue líder. Pumas compitió con orgullo, mostró espíritu, pero no le alcanzó para sumar, sus opciones de Liguilla se esfuman de manera considerable.