Jérémy Ménez se fue de México, por la mañana se anunció la rescisión de su contrato con América y por la tarde tomó el vuelo que llevó de regreso a Francia. Una contratación que llegó con pinta de estrella acabó en un fracaso rotundo para las Águilas.
Ménez era esperado por la prensa y alguno que otro curioso, llegó dos horas antes de que el vuelo a Francia partiera, acompañado por un amigo, le molestó ver a los medios e incluso pidió al chofer que avanzara la camioneta una puerta más.
Bajó y se tapó la cabeza, ante la lluvia de cuestionamientos. Se le preguntó si se iba triste dijo que "no". Cuando se le preguntó si se había despedido de Miguel Herrera lanzó una sonrisa socarrona. Y sobre su experiencia en México "muy bueno", y dijo que se iba "muy contento, voy a ver a mis hijos".
Y después un paso apurado hasta llegar al mostrador, pidió la asistencia del personal de seguridad que lo sacó por la puerta de atrás y después ya pasó el filtro de migración. Así acabó la aventura de Jérémy Ménez en México, una historia con muy pocas cosas a destacar.