Renato Ibarra regresó y entró a Coapa, atrás quedó esa separación del plantel que América hizo pública en un comunicado y también el mensaje de que no podía entrar a las instalaciones después del proceso legal en el que se vio envuelto a principios de marzo y que lo llevó a pasar una semana en la cárcel.
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El 5 de marzo, Renato fue ingresado a la Fiscalía de Tlalpan por un incidente en su domicilio en el que estuvieron envueltos familiares del jugador ecuatoriano, su esposa y su cuñada. Tras las investigaciones, Renato fue trasladado el 7 de marzo al Reclusorio Norte, ahí le fueron imputados los cargos y uno de ellos era feminicidio en grado de tentativa, razón por la cual no alcanzó fianza y fue trasladado al Reclusorio Oriente.
Sin embargo, el 12 de marzo, en una audiencia celebraba en el Reclusorio Oriente, el jugador llegó a un acuerdo con su esposa,le fueron retirados los cargos más graves y solo se le acusó el de violencia familiar, por el cual sigue actualmente en proceso y debe acudir a firmar al reclusorio por seis meses.
La postura de América
El viernes 6 de marzo, América emitió un comunicado en el que daba su postura, sobre los primeros incidentes en el que “reprueba cualquier conducta violenta, física o verbal, y reitera su compromiso total para erradicar cualquier tipo de violencia de género”.
El club se mantuvo a la espera de que transcurrieran las investigaciones y el 12 de marzo, unas horas de que saliera en libertad bajo fianza, emitió otro comunicado en el que expresaba que tras lo “que se ha reportado en medios y por parte de las autoridades, se ha determinado separar de manera definitiva del plantel al jugador”.
Reintegrado
Renato se encontraba en un proceso de rehabilitación, el cual continuó apoyado por América, porque no se debe olvidar que el jugador es un activo del club. Se le separó, pero no se le rescindió el contrato, incluso se apuntó que el club le había prohibido la entrada a sus instalaciones, pero siguió cobrando su salario de manera normal.
Renato se fue a Pachuca con su hermano Romario, fueron los días en los que se habló de que habría equipos interesados en sus servicios, pero nada concreto, porque tenían que esperar a que concluyera el torneo para una posible negociación; sin embargo, en el camino hubo equipos que desistieron porque no querían contar en sus filas con un jugador con un proceso abierto y que puede representar una mala imagen.
Con el freno por la pandemia de la covid-19 a Renato se le integró en las sesiones de zoom que cada día tenía el equipo, el club entendió que no podía dejar a la deriva a un activo, pues en caso de que se dé alguna negociación, tendría que vender a un futbolista en buen estado.
Miguel Herrera, entrenador de las Águilas llegó a decir que era un jugador con el que le interesaba contar, pero reiteró que no es una decisión que esté en sus manos. De momento, la directiva no se ha manifestado al respecto, pero todo apunta que Ibarra se quedaría en club para el Apertura 2020, olvidando el delito de violencia familiar y todo el show que generó.
ZZM