Monterrey exhibe al América en su regreso al Estadio Azteca

Rayados explotó lo endeble de la defensa americanista que encima perdió a Bruno Valdez por lesión, las Águilas llevan siete goles en dos juegos; su rendimiento no avanza, sino que va para atrás

Monterrey ganó en el Azteca al América (Imago7)
Higinio Robles
Ciudad de México /

El regreso de América al Estadio Azteca fue amargo, no pudo celebrarlo como deseaba, y terminó como aquel 15 de marzo, es decir, derrotado. Fue una noche negra para América, que no logró evolucionar como esperaba su afición tras la derrota con Querétaro. Ahora sucumbió ante Monterrey por 1-3, en una jornada para el olvido a nivel defensivo y ofensivo .

Rayados fue un equipo bien estructurado, maniató al cuadro de Coapa de principio a fin y lo golpeó en momentos puntuales, apagó con goles cualquier atisbo de reacción americanista y le venció en el Azteca después de más de ocho años sin ganar en el Coloso de Santa Úrsula. Salió convencido el cuadro del Turco, que obligó al América a dividir la pelota. Las Águilas no engancharon juego, sus posesiones eran muy cortas, el balón no llegaba a los volantes y cuando éstos lo tenían eran detenidos y desarmados, por lo que Viñas y Henry eran dos atacantes sin parque.

Pierden a Bruno

Luego vino la acción que mermó a las Águilas en lo anímico y futbolístico. En un centro de Medina, Valdez disputó la pelota con Janssen, en el momento de la caída, el holandés cayó sobre la rodilla izquierda del paraguayo, quien de inmediato se dolió en demasía, entró el cuerpo médico y pidió el cambio. Tenía pinta de ser algo grave, por lo que Bruno fue trasladado de inmediato al hospital, se temía por el ligamento anterior cruzado, lo que puede suponer una dura baja para los azulcrema.

América se bajoneó. Rayados mantenía el control y golpeó en la pelota parada. A la salida de un córner, Aguilera, que entró de relevo por Valdez, empujó a Nicolás Sánchez. El árbitro, Fernando Guerrero, no dudó y marcó penal. El defensa argentino cobró y venció a Ochoa.

Los azulcrema precisaban de una reacción, era el momento para mostrar arrebato, pero no lo tuvieron. Dispusieron de una ocasión para empatar, pero el remate de Roger Martínez, al 31’, careció de fuerza y se quedó en el cuerpo de Hugo González. Lo que se perdió América no lo hizo Monterrey.

De nuevo en un córner se perdió la defensa amarilla, Viñas despejó, pero nadie llegó al rechace, el balón le cayó a Gallardo, quien sacó un punterazo, Paul salvó sobre la raya, pero dejó la bola a placer para Janssen y éste sacó un fuerte tiro a bocajarro para el 2-0 al minuto 34.

América no se encontró el todo el primer tiempo. Roger se estrelló cada vez que tuvo el balón. A Córdova le pasó lo mismo. Viñas y Henry nunca tuvieron una pelota para exigir a Hugo González. Emilio Sánchez se mostró voluntarioso, pero no fue capaz de enganchar el juego entre líneas. El plan no resultó como se esperaba y dejó su puesto para el segundo tiempo.

Monterrey tenía el partido bajo control, el equipo del Turco tenia una noche práctica y efectiva en cada línea. Concentrado en defensa, feroz en la media y contundente en ataque, lo que obligaba al Piojo a hacer ajustes.

Despropósito azulcrema

La respuesta del entrenador fue mandar a Sergio Díaz en lugar de Sánchez, pasó a Córdova junto a Cáseres para buscar que el volante mexicano fuera el encargado de la creación de juego. No parecía cambiar la tónica, pero hubo una jugada que pareció abrirle la puerta al América. Janssen se fue expulsado al 53. Le quedaba más de media hora a las Águilas para meterse al juego.

Mohamed no quiso sorpresa, ajustó con el ingreso de Layún por Dorlán, tenía una buena renta y no valía la pena correr riesgos.

No se revolucionó América. Rayados se mostraba sobrio y encima Roger volvió a emparejar el partido, porque el colombiano se fue expulsado, porque de manera increíble vio dos amarillas en cuatro minutos.

América fue un equipo chato, en ningún momento dio la sensación de poder descontar el marcador, iba a marcha lenta cuando el juego le demandaba un ejercicio de atrevimiento. Incluso se salvó del tercero. El único aviso lo dio Córdova con un tiro de media distancia que Hugo desvió sin problema.

Pero en un tiro de esquina, Celso Ortiz derribó a Henry, el árbitro fue el VAR y marcó penal. Aguilera acertó y América descontó al 74’, le quedaban 15 minutos a las Águilas para tener un cierre de orgullo, pero no hubo tal en América y sí en Rayados que sentenció el juego con un gol de Maxi Meza al 79’, tras un buen desborde de Vegas que se comió completo a Paul Aguilar.

América está mal, sobre todo en defensa, lo exhibió Querétaro y lo ratificó Monterrey. Siete goles en dos partidos exponen las falencias defensivas y la falta de concentración de una zaga que reza porque su mejor hombre no vaya a convertirse en una baja de largo tiempo.


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